Por Lic. Delcio A. Pérez
Para cualquier
gobierno que se respetara aunque fuese un poquito constituiría una vergüenza,
cosa que dudamos llegase a producirse, lo que está pasando con la plaza de la
corrupción, la discordia, y la desvergüenza en San Francisco de Macorís, la
cual, en principio, recibió el nombre de Juan Pablo Duarte.
Fruto de la
corrupción que ahoga el gobierno de Danilo Medina y al PLD, a dos años de construida, esta no ha podido ser entregada a sus legítimos
propietarios, ya que las diversas gangas que desangran el gobiernos del PLD en este municipio, quieren llevársela entre las unas en perjuicio de
quienes deben ser sus verdaderos beneficiarios.
A ello se une la
negligencia del sector comercial y la intromisión de terceras personas y de un
ilegal seudo patronato que también quiere "guisar" además de servir a
intereses de reputación mañosa en el caso.
Como ese
edificio fue construido con recurso del pueblo, y vista la situación reinante,
corresponde al pueblo asumir la defensa de que ese centro comercial sea
entregado a los que tenían negocio allí, al momento del incendio. Que no se lo
roben los funcionarios del gobierno ni sus testaferros.
Fruto de la corrupción,
la irresponsabilidad, la infuncionalidad, y la avaricia que caracteriza al
gobierno de Danilo Medina y a sus funcionarios a todos los niveles, la lucha
por la entrega de la Plaza Juan Pablo Duarte, se inicia ahora, que no se
detenga, hasta lograrse.
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