SANTO DOMINGO,
R. D.- Este jueves 11 de junio, al conmemorarse el natalicio 83 del Presidente
de la República en Armas Francisco Alberto Caamaño Deñó, la fundación que lleva
su nombre realizó un acto en su tumba en el Cementerio Nacional de la Máximo
Gómez.
Cientos de
personas de distintos estratos sociales y distintas banderías políticas se
reunieron a conmemorar el natalicio de Caamaño Deñó. Claudio Antonio Caamaño
Vélez inició el acto expresando que “si bien Caamaño Deñó fue arrancado a
destiempo, hoy es un día de regocijo porque estamos celebrando su nacimiento, y
debemos sentirnos alegres de que nuestra patria haya parido a un ser humano
como él”. Así mismo agregó, “la muerte Caamaño fue una gran pérdida, e implicó
un atraso social y político del cual aún no nos recuperamos, pero estamos aquí
para demostrar que su ejemplo sigue vivo”.
En el acto
estuvieron presentes miembros y directivos de la Fundación Caamaño, así como
personas que acudieron a la invitación. Así también estuvieron presentes
familiares de Caamaño Deñó entre los que resaltan sus hijas Silvia y Tania
Quisqueya, sus nietos Salvador Francisco y Verónica, y su viuda Vicenta Vélez.
En el acto
tomaron la palabra el abogado Héctor De La Mota, el comunicador Jhonatan
Liriano, el sociólogo Juan Miguel Pérez, su viuda Vicenta Vélez, el vicerrector
de la UASD maestro Nino Feliz, la honorable cónsul de Cuba, el Comandante
Eligio Blanco Peña entre otros.
Las palabras de
cierre estuvieron a cargo del presidente de la Fundación Caamaño, Claudio
Caamaño Grullón, sobrino y compañero de luchas del Presidente Caamaño, tanto en
la Gesta Patria de 1965 como en la Guerrilla de Caracoles, quien de manera
emotiva expresó: “cuando llegamos a suelo dominicano el 2 de febrero de 1973,
lo hicimos cargados de sueños e ideales, que si bien fueron interrumpidos con
la muerte de nuestro líder, no murieron y hoy reverdecen en la conciencia de
miles de jóvenes dominicanos que continúan con otras armas esa misma lucha”. Recordó
la frase de Caamaño “la lucha es hasta la victoria, la muerte es de los seres
humanos”.
Al concluir el
acto cantaron cumpleaños feliz, partieron un bizcocho y cada uno de los
presentes depositó una flor sobre la tumba que alberga los restos mortales de
Caamaño Deñó.
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