Por Luis Aníbal
Medrano S.
La vida sin
dudas está llena de extrañas coincidencias, aunque debo confesarle que a veces
creo en la teoría de un reconocido empresario dominicano del negocio de la
pizza que no cree en eso, que todo ocurre por una razón determinada, y tal parece que es así, dado el panorama que
nos presentan los acontecimientos que vienen ocurriendo en la isla compartida
por los dominicanos y los haitianos, perdón, en Quisqueya la bella.
El tejemeneo que
han desatado las avispas políticas en el partido de gobierno, léase Partido de
la Liberación Dominicana, con el recurrente accionar de todo el que llega y
quiere quedarse o lo quieren hacer quedar, bajo los efectos nocivos de una
reelección impura a la que hacen uso cuando le cogen el gustico al carguito,
tal y como diría el autor de una de las mas funestas maniobras en esa
dirección.
Ahora resulta
que el país vive la celebración de uno de sus mejores circos con una serie de
bien montados actos protagonizados por actores que sintiéndose desplazados,
desenmascarados y puestos en peligro su vigencia política comercial han armado
tremendo show que al parecer le está dando resultado.
Juro por la
Virgen de la Incredulidad que a los indígenas los habían extinguidos y que la
joroba esa de espejitos por oro era cosa del pasado, no, que va, estamos en lo
mismo.
El Colón de
Villa Juana haciendo y deshaciendo y lo que no le permitan hacer inventa un lío
como el que ha armado en vecino país de Haití junto a su socio mayoritario el
cantante, bufón, comediante y presidente de esa nación, Michel Martelly.
El amo y señor
de la mayoría de los poderes de la República Dominicana, tal parece que está
jugando un basquetbol del sucio, del que se da codazo y empujones para poder
anotar y como lo quieren sacar de la cancha electoral ha armado todo un
espectáculo de medio tiempo para presionar a los dirigentes de su propio equipo
a que no se la ponga en china.
Mientras tanto,
el pueblo “amemao” por los efectos del populismo rancio que han vertido sobre
él, presencia la ejecución de escenas Dantescas que nos ofrecen esos
desfachatados, inescrupulosos y aborrecidos corruptos que han prostituidos
todos los estamentos del Estado.
Como es posible
patrocinar todo esos desordenes que vienen ocurriendo en contra de las
delegaciones consulares dominicanas en Haití, como es posible que funcionarios
actuales adeptos al Todopoderoso villajuanero esten transportando de manera
ilegal nacionales de ese país vecino y “requetellenando” los cuatros puntos cardinales
para causarle problemas a la actual gestión gubernamental encabezada por el
licenciado Danilo Medina Sánchez.
El daño no se lo
están haciendo al presidente Medina y a
los promotores de la reelección del, el daño se lo están haciendo al pueblo dominicano
que no ve resuelto sus problemas básicos, apagones, hospitales ineficientes,
inseguridad ciudadana, drogas por donde quiera, falta de empleo, y muchos males
más.
Por eso, nos
parece muy rara coincidencias que todo esto suceda a raíz de los acontecimientos
que afectan los intereses del pasado gobernante para volver y volver a usar los
recursos del Estado para amañar elecciones, volver a controlar sus perros
amaestrados hospedados en diferentes poderes estatales.
Lo que no es
rara coincidencia es que la República Dominicana no sale de una, cuando no es
Juan es Juana, y lo lamentable del caso es que están utilizando nacionales
haitianos para mermar la popularidad de Medina, pero al parecer no han calculado los efectos laterales de esa
mala práctica y se le puede ir de las manos, causando el desbordamiento de un
río furioso que solo Dios sabe porque se ha mantenido sereno.
Dios no te canse
y continua cuidándonos!
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