Desde la llegada
(no descubrimiento) al territorio que hoy se conoce como Isla de Santo Domingo, del nefasto Cristóbal Colón y su grupo de reos que la señora reina Isabel de
Castilla mandó para ver si se los chupaba el mar en el camino, no habían
existido gobiernos más corruptos que los encabezados por Leonel Antonio Fernández
Reyna, alumno aventajado del balaguerato perverso.
La historia
reciente demuestra que las ambiciones, la sed de poder, la venganza contra la
sociedad por sus orígenes, el egocentrismo arraigado y la complicidad con los
sectores más dañinos que pueda parir cualquier nación, hizo que este personaje
contemporáneo de la política maliciosa de la República Dominicana, ocupe sin
competencia el lugar cimero en la escala de corruptos dominicanos, y por qué
no, de Latinoamérica entera.
El, que aun en un tercio de su primer gobierno no
creía que era presidente, que actuaba por encargo de una claque que lo impuso a
base de papeletas y todas formas de artimañas posible que pueda pensarse para
subir a un desconocido sin abolengo, permitió una variedad de sinvergüencerías para
saldar las cuentas políticas y económicas que le habían facturado los hacedores
de títeres presidenciales ocultos tras las cortinas del poderío económico que
ha dominado por mucho tiempo las grandes decisiones nacionales sin importar las
consecuencias.
Es tan grave la
experiencia vivida por los dominicanos con sus gobiernos, que luego de perder
las elecciones y con un alto porcentaje de ser sometido a la justicia por una
serie de acusaciones comprobables y protegido por un autodenominado ángel de
los presidentes, este señor regresa a la presidencia como un tiburón virado,
con más ganas de depredar la nación por sus cuatro costados, sin miramiento
alguno, sin pudor, sin ética moral que le detuviera, con ese empecinamiento de
ser el todopoderoso como queriendo ser Dios en la tierra.
Ese perdón
indirecto que obtuvo para poder regresar, le permitió orquestar toda una
estructura gubernamental caudillista y
disponer de todos los recursos del Estado, habido y por haber, para poner a su
merced cuantos poderes conforman la nación dominicana.
Leonel al igual
que Balaguer, forjó una camada de millonarios para ponerlo a su servicio, creó
una legión de militares marionetas para su aprestos caudillistas modernos,
compró sapos políticos a bajo precio, corrompió a comunicadores, envileció a
una parte de las iglesia con prebendas,
en fin modernizó la actuación de permisivo Balaguer y hasta lo superó
por mucho.
Y aun así, el
príncipe de Villa Juana, si reparo alguno, a sabiendas de que nunca (al igual
que Balaguer), ganó en buena lid unas elecciones, quiere volver a terciarse la
banda presidencial para acabar de completar su saqueo al pueblo dominicano. ¡Jesús
santísimo!
Leonel
Fernández, calculador frio, malicioso, rencoroso, corruptor, ciego, sordo y
mudo, (igual que Balaguer), jamás debe volver a subir las escalinatas del Palacio
Nacional como presidente, jamás debe volver a utilizar miles de millones de los
recursos del pueblo para hacernos daños.
Leonel Fernández
no puede volver a ser presidente para que venda lo que falta por entregar a sus
socios de multinacionales, para que no cree más millonarios a su servicio, para
que no institucionalice la formación de paleros (como Balaguer y su Banda Colorá).
¡Líbranos señor de ese mal!
Pero para eso,
los dominicanos y dominicanas debemos reflexionar con el corazón y no con la
barriga; con el alma, no con el instinto de enriquecimiento; pensando en todos
y no de manera personal, para de esa forma lograr desalojar a esa encumbrada,
prepotente, arrogante, corrupta y maliciosa organización que nos desgobierna.
No se puede
permitir que Leonel Fernández (igual que Balaguer) piense que este es un pueblo
olvidadizo y que con fundita, palabras bonitas y repartidera de juguetes con
empujones y patadas, al pueblo se le olvida todo.
Luis
Aníbal Medrano S., es periodista,
locutor y político residente en New York.
Por que usted no habla de los problemas del grupito de Abinader, que bien lo reflejó el exgregado de cultura, lic Rafael Mnedoza, quien dijo en una reunuión del Prm, la semana pasada, que la desginación del señor; Antonio Espinal, como director de comunicacionde de Urtramar, venia a corregir problemas en el area de comunicación, por que según dijo, hay allegados, a los dirigentes politicos, y familiars de los lideres, que llegaron ayer a New York, y quieren venir a cogerse el show, como pantomimas, sin hacer el trabajo. Tambien se dijo, que se convoco una reunion de urgencia, para oir las quejas de Rafael Mendoza, las que dieron al traste con la recomposición en el area de comunicaciones, en donde, Mendoza, logro despejar segun el, todo el camino, y con esto lograr la supuesta recomposición del equipo en Ny.Y quedar usted, como subaltern del señor Mendoza, y el retiro del supuesto allegado Roberto Fluerimond. Y asi ustedes hablan de la unidad interna, y ahi hay una tira y jala.
ResponderEliminarFluerimond, solo de Haiti sale un nombre asi.
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