Por
Miguel Ángel Cid Cid
Carlos Salcedo
publicó recientemente el artículo titulado “Aspiramos
a ser desarrollados” (Periodico El Día, Ed. 2176 Col. “Desarrollo e
Institucionalidad”, 26 de diciembre del 2014, pag. 2). En él, el autor aborda el desarrollo desde
una óptica nacional, promovido por el gobierno central y las instituciones
macro del país, sean estas públicas o privadas. Con ello creo que Salcedo deja
de lado la importancia del ámbito localque, según los especialistas en el tema,
es fundamental en los procesos de desarrollo de los países.
Veamos. En el
párrafo de entrada afirma: “Para que la República Dominicana sea un país
desarrollado, el mercado y la economía no pueden depender de las pocas materias
primas que procesa, precisa de un mayor índice de industrialización, producción
intensiva, desarrollo tecnológico y científico, de un nivel de vida alto o muy
alto, y experimentar una evolución importante en el ámbito tecnológico, político,
social, jurídico, educativo, medioambiental y cultural.”
Tenemos que “superar
nuestros graves problemas de pobreza y discriminación”, sigue escribiendo
Salcedo, problemas que se basan en“una injusta e insoportable distribución de
las riquezas”. Agrega que los “comerciantes e industriales” deben teneringresos
adecuados, siempre “que sus empleados y trabajadores gocen de empleos dignos y
bien remunerados.”
Plantea categoricamente
que hay que hacer una “profunda y sincera reforma fiscal, que no puede
retrasarse más, pues no hay forma alguna de lograr los objetivos de desarrollo
planteados en ausencia de esta.”
Estamos, a
grosso modo, de acuerdo de que estas situaciones apuntadas por Salcedo deben
superarse para lograr desarrollarnos como país.
Con lo que no estamos de acuerdo es con que se deje de lado, consciente
o inconscientemente, la relevancia nodal que tiene el ámbito local para
promover y lograr niveles adecuados de desarrollo.
Desarrollo
local, el gran ausente
Hecha esta breve
reseña cabe preguntarse,¿Es posible el desarrollo del país con gobiernos
locales manejando presupuestos de miseria, mendigados al gobierno central y que
en la mayoría de los casos son inferiores a los de muchas ONGs?
Cuando se trata
el tema del desarrollo en nuestro países obligatorio abordar el rol del
Ayuntamiento como gobierno local, si queremos crecer y modernizarnos como país.
Tenemos que partir de los territorios donde habita la gente. ¿Dónde vive la
gente?: En los municipios.Y precisamente ahí, en los municipios, están los
ayuntamientos que constituyen una fuente natural e inagotable en la promoción
del desarrollo humano.
El gobierno
dominicano, consecuentemente, debería avocarse a rediseñar su estructura de
gobierno, de tal manera que la gestión de la educación, la salud y la vivienda sean
competencias compartidas entre las instancias del gobierno central y el
municipal, aprovechando la potencialidad de los recursos locales.
En nuestro país el
Ayuntamiento tiene que ser repensado como estructura de gobierno que constituye
la base del gobierno central. Es decir, la institución de poder más importante
en el tinglado estructural del Estado dominicano. Así fue que lo concibióel patricio
Juan Pablo Duarte, consignándolo constitucionalmente como el cuarto Poder del
Estado, igualándolo al Ejecutivo, Judicial y Legislativo.
Concretar el
Ayuntamiento como parte integral y real del Estado, implica asumir una visión
del desarrollo partiendo de lo local, garantizando niveles de institucionalidad
cada vez más fuerte.Y revisar las leyes y ajustarlas a la nueva lógica, cumplir
literalmente con la transferencia del 10% del presupuesto a los ayuntamientos y
aumentar ese porcentaje en la medida que se establezcan nuevas competencias. Solo
así podemos aspirar a ser desarrollados.
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