Por José Antonio Matos Peña
En la región Enriquillo, específicamente, en las
provincias Independencia y Bahoruco, frontera con el vecino país Haití, existe
la variedad Guaconejo (Amiris Alemífera), árbol endémico del país,
aromático, usado para la producción de perfumes, tras la extracción de sus
aceites, los cuales se utilizan en la fabricación de perfumes y productos
de limpiezas y su madera, de alta calidad y duración en la agricultura, traviesas
de rieles, horconaduras de viviendas, postería y su peor dispendio o uso, el
carbón.
Es importante recordar que en el país, además de las
cordilleras de Bahoruco y la de Neiba, en las que hay este árbol y al cual se
refiere la intención de este artículo, existe la “reserva científica Loma
Guaconejo” ubicada en el extremo oriental de la cordillera septentrional,
donde se protegen 23.4 kilómetros cuadrados, esta reserva fue creada por el
decreto 233-96, del 3 de junio del 1996, donde, de acuerdo a los informes, ha
habido exitoso manejo, obtención de beneficios y conservación, tanto de ellos,
como de los ríos.
Para el caso que nos ocupa, el corte y recogida de la
madera de muerte natural, ya que es la de mayor y mejor materia prima
para pulverización (literalmente hablando), para ser procesada y exportada
desde Cabral, no es objeto de cuestionamiento por parte nuestra, en vista de
que su uso en la madurez de su ciclo, estimado en 30 años, que es cuando posee
las mejores calidades y cantidades de alcoholes, que al llegar a su
clímax de cantidad, provocan su muerte y facilidad de incendio forestal,
viene a ser una modalidad de Silvicultura, tan necesaria su implementación en
nuestro país.
A lo que sí nos oponemos es a la práctica de que los
que transportan comercializan y cortan árboles de Guaconejo, a nombre de esos
quehaceres ya mencionados, matando árboles al momento de la recolección de los
secos y cuando vuelven al campo, los encuentran secos y los trasladan a otros
usos, entre ellos, el carbón de destino al vecino país, lo denunciamos
recientemente en otro artículo. Lo reafirmamos ayer en nuestro programa de
radio, UVAFM, por la 97.3, donde próximo a las 4 de la tarde, el pastor y
brillante ciudadano Neibero, César Matos llamó e hizo una contundente y
responsable denuncia de unas extracciones de madera del Guaconejo que el
presenció, eran sacadas desde dos lomas de la zona hacia la frontera, es
decir, que para muestra, esto es mas de un botón, ¡pues que se pase a la
regulación y control!
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