Anoche fue inaugurada en Santo Domingo La Feria del Libro
teniendo como país anfitrión La República de Panamá.
Como cada año fue notorio el despliegue arquitectónico de los
módulos asignados a instituciones del estado y empresas privadas que lejos de
promover libros, al parecer su fin es dar a conocer el funcionamiento de esas
entidades.
Al caer la noche de este jueves 24 de abril, día marcado como
una de las fechas históricas de mayor relevancia para la nación dominicana,
notamos que gran parte de los pabellones no estaban preparados, por lo que
muchos se encontraban en fases de pintura y adecuación.
Cuando usted asiste la denominada “Feria del libro” lo más
probable es que espere a ver allí montones de libros, resulta que si, es verdad
que hay muchos libros, pero como neófito organizador de actividades, uno se
pregunta cuales son los libros que han publicado decenas de instituciones
gubernamentales con pabellones montados replicando monumentales edificaciones.
Es posible que esta “Feria del Libro” resulte de gran valor para
los visitantes y quizás hasta resuelva en parte algo de la ignorancia del
pueblo humilde dominicano. Pero de lo que si estamos seguros es, que este
despliegue arquitectónico está tratando de satisfacer el ego de un grupo de
funcionarios estatales que ha desembolsado millones de pesos para decir lo que
supuestamente están haciendo a favor de los necesitados desde sus estamentos.
Más que una “feria del libro” deberíamos llamarle “Feria de la
arquitectura” porque si hay algo notable aquí, es la creatividad de los
pabellones, pero vaya! ¿A qué precio? Pero ojo!! En esta feria hay
representaciones muy respetables a nivel empresarial, religioso, cultural y
mucho más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .