martes, 25 de marzo de 2014

Tareas pendiente del Asociativismo Municipal

Por: Isaac Terrero y Julio Alejo
                                                                   (6/40)

Es muy común escuchar justificaciones sobre el por qué y la razón de la gran deuda social acumulada del Estado dominicano frente al pueblo. Por ejemplo, la excusa más frecuente para justificar la ineficiencia e ineficacia del servicio eléctrico es que ese es un problema de más de un siglo, como si eso justificara la incapacidad de los gestores públicos que han tomado parten históricamente en el sistema.

El asociativismo municipal, bajo ninguna circunstancia debe constituirse en un mecanismo de auscultamiento, protección y justificación para el no cumplimiento de mandatos expresos en el marco jurídico de la administración local vigente, dando paso con esto a que deudas sociales nuevas en un momento determinado se acumulen en el tiempo para que esto sirva de excusa a las generaciones venideras, tanto de las autoridades municipales como de munícipes para no cumplir de manera eficiente con sus deberes.

La Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, aprobada hace aproximadamente siete años, establece una serie de servicios municipales mínimos y un conjunto de competencias propias o exclusivas de los gobiernos locales, algunas de las cuales se ha demostrado su inviabilidad práctica. Tal es el caso del ayuntamiento del municipio de Salcedo, en el cual, en la semana que recién finaliza se llevaron a cabo protestas violentas, que cobraron la vida de una persona y más de una decena de heridos, por el requerimiento de una ambulancia para el cuerpo de bomberos de esa entidad municipal, a sabiendas de que es inviable el sostenimiento de estas instancias de servicio bajo responsabilidad de una gran parte de los ayuntamientos del país, incluyendo el mencionado.

Sobre este tipo de temas, el asociativismo municipal debe tomar parte con posiciones técnicas y políticas sustentadas en estudios profundos de la realidad de la gestión local, para establecer de manera científica lo que la municipalidad de manera colectiva conoce y padece, evitando el acrecentamiento de acumulación de deuda social atribuible a los gobiernos locales y que las mismas se hagan impagables como las del gobierno central y que carguen con esa responsabilidad histórica líderes de la municipalidad bien intencionados.
El fortalecimiento de la sociedad civil, cuerpos de bomberos, policía municipal, saneamiento ambiental, entre otras competencias propias de los ayuntamientos, deben ser estudiadas por el asociativismo municipal a fin de lograr la coordinación de las mismas o la transferencia directa a las entidades de gobiernos central relacionadas con cada tema, sin que esto signifique una disminución de la autonomía municipal, por el contrario una liberación de compromisos sociales que a todas luces no podrán ser honrados por las administraciones locales, debido a la cultura centralista dominicana de los recursos económicos.

Existen otras tareas que asociativismo municipal debe cumplir, por ende se encuentra en emplazado a escoger en los próximos congresos electores a los lideres con el perfil y la determinación para afrontarlas. Dentro de esos asuntos pendientes se pueden enlistar: 

La redefinición e implementación de la carrera administrativa municipal, en el entendido de que la situación actual se caracteriza por un caos adornado de clientelismo político y la norma vigente deviene en una inviabilidad de su aplicación en muchos gobiernos territoriales; 

El fortalecimiento de la gestión de residuos sólidos en los municipios, ya que de seguir la forma actual de gestionar este servicio, depositándolo en humedales y otros espacios abiertos e incinerándolos se convertirán en un gran problema de salubridad nacional;

El fortalecimiento de las capacidades de gestión financiera municipal, puesto que de no mejorar el manejo de los fondos públicos, persistirán acusaciones de corrupción, aun en contra de autoridades honestas; 

Impulsar el conjunto de reformas jurídicas necesarias para asegurar una gestión local apegada a principios de eficiencia, eficacia, transparencia, participación, autonomía y responsabilidad social y política, ya que la instrumentación legal vigente ha quedado obsoleta frente a la realidad social, económica y política de los municipios y distritos municipales.

Sin embargo, una de las mayores deudas del asociativismo municipal, entre otras no menos importantes, es la materialización de su autotransformación, para fortalecerse como un ente de referencia en la defensoría de la autonomía municipal y promotor del buen gobierno local; e incidir en la reforma de la institucionalidad pública nacional de la administración local, cuyo liderazgo que habrá de surgir a finales del presente año debe comprometerse a impulsar la realización de las tareas pendientes para sacar el tejido asociativo de la municipalidad del anquilosamiento en el que se encuentra.

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