El presidente de
Uruguay, José Mujica, habló en la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal), en donde criticó el manejo mundial de problemas tales como la
contaminación y la concentración de la riqueza.
“Amigos todos,
yo soy apenas un paisano terco y esta casa me queda grande (Cepal), no razono
en términos económicos” inició el mandatario para luego continuar diciendo que
“no me quiero reír de la economía, pero estoy peleado con la civilización que
me toca vivir. Mi rebeldía no es solo de clase, a estas alturas es
civilizatoria. Voy a explicar sintéticamente por qué”.
“El hombre nunca
ha tenido tantos recursos ni tantos desafíos ni tantas posibilidades del punto
de vista técnico. Despilfarramos 2.000 millones de dólares por minuto en
presupuesto militar a nivel del mundo. Decir que no hay plata es no tener
vergüenza. Pero seguimos razonando en términos de países, con intereses de
corto plazo, preocupados por el resultado de las elecciones. Preocupados por
sucedernos. Hemos llegado a una etapa de la civilización en que el mundo entero
clama por una gobernación de carácter mundial para algunas cosas que somos
incapaces. Incapaces incluso de construir una agenda y respetarla”, comentó en
declaraciones recogidas por Biobío.
Prosiguió
diciendo que “hay un alud de problemas que se acumulan. Algunos hablan de ecología.
La crisis es de carácter político y no ecológico. La ecológica es consecuencia
de la crisis política. Esta etapa de la civilización nos lleva, no la llevamos.
Perdió toda racionalidad. 350 tratados de libre comercio. Da risa. No hay libre
comercio ni nada que se le parezca. Y los sueños de la OMC y los acuerdos se
esfumaron en un montón de reuniones”.
“¿Quién se va a
hacer cargo de las bolsas de nylon que se han acumulado en el Pacífico? ¿Quién
se va a hacer cargo del deshielo de la meseta del Tibet? ¿Quién se va a hacer
cargo del aumento del nivel del mar? ¿Quién se va a hacer cargo de las
hipotecas de nuestra vida? Una vida consumista donde trabajamos para pagar
cuentas de tarjetas. En fín. Hay un cumulo de problemas que ningún estado ni
los más fuertes de la tierra pueden dar respuesta. Pero lo peor no es que no
nos podamos dar respuesta. Ni siquiera tenemos la osadía de plantearnos, ni a
nivel de la corteza cerebral, porque nunca se enfrentará a eso que no se
piensa”, añadió en la reunión.
“Esta etapa de
la humanidad nos dice que tenemos que pensar como especie. Que por primera vez
en la historia del homo sapiens arriba de la tierra tenemos que entrar a pensar
como especie. Entrar a pensar que los pobres de África no es un problema de
África y que la falta de agua en algunas partes de América no es un problema de
Ecuador o de Perú. Y que, en definitiva, la concentración de la riqueza
necesita medidas mundiales. Hace 25 años que discutimos la tenue Tasa Tobin y
nos tiembla la mano”.
“Tenemos debilidad
para controlar el sistema financiero mundial porque no llamamos las cosas por
su nombre. Tenemos un comercio internacional basado en una medida de goma
porque el precio del dólar fluctúa irresponsablemente. ¿Quién compraría un
tendero que le mide con un metro de goma, la tela que compra? Pues sí señor, en
el comercio mundial nos manejamos en ese tipo de medida. América tiene que
integrarse para gritar este tipo de cosas, porque no tiene solución”, disparó
el charrúa.
“Y lo que está
en juego es la persecución de la vida, no de tal o cuál país. No se puede
seguir acumulando indefinidamente desastres, cuando se sabe que se camina en el
nivel del desastre. ¿Para qué se reunieron los hombres de ciencia en otorgarnos
ciertas recomendaciones si es inútil? Es como tirar una botella al mar, lo
estamos viendo todos los días y nos cruzamos de brazos. Vale más cambiar el
auto que restringir nuestras conductas”.
“No existe una
conciencia mundial que plantee con tono imperativo que tenemos que asumir
ciertas conductas de responsabilidad. Y, entonces, ¿cuáles son nuestras
discusiones? Son de parche en parche. Inventamos mecanismos de mitigación.
Tratamos de frenar una realidad que nos avanza con caminos de mitigación. En mi
país discutimos y no pudimos hacer una pequeña central de carbón porque era
agredir el medio ambiente, pero China inaugura una todos los meses. ¿De qué nos
vale una actitud ecologista en un rincón si el universo más industrializado se
mueve como se mueve? Si ustedes piensan un poco, encontrarán situaciones así en
todos lados. No hay país que le pueda dar respuesta aislado, esto es un
problema de la humanidad. La humanidad necesita una agenda de problemas
mundiales y si no lo hace, tarde llegaremos”, espetó Mujica.
Tomado del The
Clinic Online, Chile.
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