Fedomu y LMD afirman medidas de coerción contra alcaldes no son necesarias

SAN FRANCISCO DE MACORIS, R.D.- Un grupo de alcaldes, encabezados por el presidente de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) y acalde  Juan de los Santos, y el director ejecutivo de dicha entidad, Víctor D´Aza, junto al secretario de la Liga Municipal Dominicana (LMD), Johnny Jones, y el secretario de asuntos municipales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Ignacio Ditrén, acompañaron al alcalde de San Francisco de Macorís ante la Procuraduría General de la República, respondiendo así a las medidas dictadas por esta institución judicial en relación al proceso abierto en su ayuntamiento y que él mismo había exigido aperturar.

Con esta acción, para Fedomu queda demostrado lo que en anteriores circunstancias ha venido defendiendo: los alcaldes son ciudadanos con demostrado arraigo en la sociedad dominicana, por lo que ello exime de la necesidad de dictar medidas de coerción que, tal y como instruye el ordenamiento jurídico dominicano, sólo deben establecerse con la finalidad de asegurar que los imputados estén a disposición de la justicia.

Asimismo, los representantes municipales solicitaron una vez más al Ministerio Público y los jueces que sean garantes del debido proceso, que incluye de manera fundamental entre sus principios, el principio de la presunción de inocencia y el respeto a los derechos de los imputados.

Reiteraron que “es preciso que la exasperación que siente la sociedad dominicana frente a lo que algunos denominan un clima de impunidad, no tome a los alcaldes y demás autoridades locales como cabeza de turco, generando un ambiente de populismo penal que conduzca al linchamiento judicial o negación de derechos en los procesos abiertos y por abrir”.

Concluyeron enfatizando que la corrupción debe ser sancionada donde quiera que ésta se origine pero los derechos de los procesados siempre deben ser garantizados tal y como nuestro sistema constitucional y garantista establece. La pasión y la emoción social no pueden nublar el juicio racional de la justicia.