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Por:
Isaac Terrero y Julio Alejo
Como se ha
establecido en escritos anteriores de esta serie de artículos, el asociativismo
municipal constituye el espacio idóneo para impulsar el fortalecimiento de los
gobiernos locales, con miras a cristalizar el anhelado sueño de la población de
contar con servicios públicos municipales de alta calidad. En ese sentido, los sistemas de gestión forman parte integral
de la institucionalidad municipal, de manera particular, la gestión del capital
humano. De ahí, que la carrera administrativa municipal (CAM) resulta de alta
relevancia para el logro de dichos fines.
Durante el
periodo 2006-2011, la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), abrazó con
determinación el deseo de que los gobiernos locales adoptasen un sistema de
gestión de personal sustentado en la meritrocrácia. La aprobación de las leyes
No. 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios y No. 41-08 de Función
Pública aportaron como elementos de sustento jurídico a dichos intereses. A
partir de ahí, en el marco de la ejecución de dos proyectos auspiciado por el
Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) y la
Fundación DEMUCA se elaboran y aprueban el reglamento del estatuto del
empleado/a municipal (instrumento modelo), así como los instructivos y manuales
genéricos de aplicación de la CAM.
Cabe destacar
la disposición y actitud propositiva del Ministerio de Administración Pública
(MAP) durante todo este proceso, institución que como órgano rector de la
función pública, ha desplegado importantes esfuerzos, la necesaria voluntad
política y personal técnico a su alcance para viabilizar la validación y
aprobación de la reseñada instrumentación técnica y jurídica, así como
capacitar el personal responsable de la gestión de recursos humanos de los
ayuntamientos del país.
Luego de las
elecciones congresuales y municipales del 2010, mediante la firma de un acuerdo
interinstitucional entre el MAP y FEDOMU, se convino aprovechar el periodo
especial de seis años de las autoridades electas en ese proceso eleccionario
para aplicar la CAM, toda vez que ya se contaba con la instrumentación jurídica
y técnica necesaria, para ello se formuló un amplio programa de implementación,
denominado ¨Plan Quinquenal de la CAM¨, el cual tenía como meta la
incorporación de por lo menos el 90% de servidores públicos municipales al
sistema de carrera al año 2016 y para el año 2014 al menos el 20% de las juntas
de distritos municipales deberían adoptar e implementar la CAM.
Sin embargo, se
observa que a partir del 2011, el asociativismo municipal encabezado por FEDOMU
abandonó a su suerte lo que pudo haber sido el proyecto de desarrollo
institucional más importante para la transformación de la gestión municipal, lo
que traerá como consecuencia, que llegado el año 2016 se continuará con la
actual caótica forma clientelar de la administración del personal que labora en
los gobiernos locales, lo que prolongaría las conocidas repercusiones negativas
en la prestación de los servicios públicos municipales.
Naturalmente,
la acción e inacción relativa al tema tiene sus protagonistas con nombres,
apellidos y partidos políticos. Evidentemente, que sobre los hombros de quienes
han encabezado el liderazgo político del asociativismo municipal,
fundamentalmente, las juntas directivas y los consejos directivos de FEDOMU y
la Asociación Dominicana de Regidores (ASODORE), entidades que agrupan a
quienes ostentan las potestades ejecutivas y normativas municipales,
respectivamente, pesa la responsabilidad histórica del estado situacional de la
gestión del empleo público en los ayuntamientos.
El pasado
liderazgo de FEDOMU, quien registró la mayor parte de los avances de la CAM en
el asociativismo, actualmente se encuentra cumpliendo medidas de coerción,
basadas en un informe de la Cámara de Cuentas de la República que establece,
entre otros hallazgos, que en su mandato se vulneraron principios de gestión
relacionados con el manejo de la nomina del ayuntamiento que dirige, la cual es
parte del sistema de gestión del personal.
Como es de
conocimiento de todos/as, a finales del 2014, se estarán escogiendo las nuevas
autoridades que encabezarán las diferentes entidades del asociativismo municipal
por los últimos dos años. La situación aquí descrita debe ser un referente para
la escogencia del nuevo liderazgo asociativo de la municipalidad.
Ese nuevo
liderazgo debe comprometerse de forma real con impulsar la obligatoria CAM. Ese
nuevo liderazgo debe comprometerse con implementar y estimular las reformas
necesarias para asegurar la transformación positiva de la administración local,
dejando de lado las tradicionales excusas poco creíbles e irresponsables que
todos/as conocemos. Por esto, se reitera que el venidero proceso eleccionario
del asociativismo en la municipalidad es un momento de oro, un momento
histórico y propicio para avanzar hacia la construcción de verdaderos gobiernos
locales, el cual no debe desaprovecharse.
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