lunes, 3 de febrero de 2014

Hágase la luz 24 horas






Por Luis Aníbal Medrano Silverio

El presidente constitucional de la República Dominicana, licenciado Danilo Medina Sánchez, acaba de realizar unos pronunciamientos a todas luces trascendentales y que promueven alegría en la población dominicana, en los empresarios, en los ahuyentados inversionistas nacionales y extranjeros  y a todos a cada uno de los que anhelan por décadas la solución de este gravísimos problema que tanto dolor de cabeza ha provocado, que tantas horas de sueños ha impedido, que tantos placeres que oferta la modernidad ha impedido.

Quisiéramos pensar que sea así, que elimine el negocio redondo de los apagones que mantienen las generadoras de energía en contubernio con ciertos socios encubiertos que tienen exorbitantes ganancias sin prestar el servicio para la cual fueron contratadas y que se ajusten a cumplir sus compromisos bien remunerados, pagos en dólar y por el cual el país es chantajeado de forma irresponsable y reiterada cuando las crisis económicas circunstanciales han empujado al atraso.

Sería interesante poder gozar de energía eléctrica permanente y que no sea un acto heroico y merecedor de parafernalias propagandísticas el tener 24/7 de ese vital servicio y que por consiguiente, los hombres puedan ver su deporte favorito sin interrupción, que las mujeres después de hacer sus oficios o luego de una agotadora jornada de trabajo pueda ver su novela, juicio televisivo fraudulento o programa de chisme preferido.

Qué alegría entusiasta colectiva va a suceder cuando eso ocurra para que los muchachos puedan ver los dibujos animados, hacer uso de las computadoras,  naveguen en el Internet y hasta escuchar música en el volumen que la presencia o no de la jefatura familiar le permita.

Suena bonito, hasta pone a uno a soñar sin querer. Ver los semáforos funcionado, a montarse en el ascenso sin miedo, a salir con la ropa planchada, a no salir a medio talle del barbero o la peluquera, a beber agua fría sin hielo, a que las carnes no se dañen, a beber cervezas frías vestidas de novia.

A ese pronóstico del presidente Medina, seguido (como buenos dominicanos que somos),  nos ponemos chivo, pensamos que eso tiene cocoricamos, que huele a peligro tal pronunciamiento; y no es para menos, por décadas los presidentes que han ocupado la famosa Silla de Alfileres con residencia temporal en la doctor Delgado de la capital, no han podido solucionar este viejo mal y le han tirado la cuaba a una cantidad de inverosímiles razones con sabor a cuento, es decir, no han tildado de guanajo y no han solucionado nada.

Es aconsejable que el presidente Medina no diga mucho la fórmula mágica que tiene para realizar esa posible histórica hazaña por aquello de que le pueden hacer “mal de ojo” sus contrarios nacionales y los empresarios afectados nacionales y extranjeros que hasta lo pueden acusar de utilizar esa arma mortífera para eliminar sus contrincantes políticos para una posible y ya sazonándose reelección presidencial.

Esto último no estaría lejos de ser verdad, ya que apelando a un simple cálculo matemático y determinado de esa forma su tiempo restante por gobernar y aplicando sin tapujo una simple lógica entendible se puede concluir en que el sanjuanero va optar otra vez por el carguito de presidente.

Ahora bien, me gustaría saber de qué forma el amplísimo inventario existente en el mercado nacional de generadores de energía a quien rayo se le venderá o si en su fórmula mágica se contempla con un toque de varita desaparecerla o con un ungüento especial contenido en el frasco de decreto, compensar por la posible pérdida de su valor comercial de esos equipos.


Ahora bien, presidente Medina, presidente de todos los dominicanos, con varita mágica o no, con sabor a reelección o no, resuelva, hágalo, pase a la historia como un presidente serio que no se dejo embaucar por insaciables empresarios que sólo piensa en riqueza particular y no en desarrollo colectivo del país dominicano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .