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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Orgullo de ser dominicano

Orgullo de ser dominicano

Por JUAN T H

Cada vez me siento menos orgulloso de haber nacido y formado en la República Dominicana.

Si miro hacia atrás, 1492, fecha de la llegada de Cristóbal Colón a la isla habitada por aborígenes que fueron aniquilados salvajemente por el imperialista invasor, hasta nuestros días, no hay muchos motivos para sentirme orgulloso. (Qué lástima no puede escoger el lugar donde nacer, crecer y desarrollarse)

Colón encabezó una banda de asesinos y ladrones depravados que humillaron y mataron hombres, mujeres, niños y ancianos. “Buscaban oro, y lo buscaban tanto como si les sirviese de alimento… Enarbolando a Cristo con su Cruz, los garrotazos fueron argumentos, tan poderosos, que los indios vivos se convirtieron en cristianos muertos”, escribió Neruda durante la revolución de Abril del 65. (No hay hoy un solo dominicano descendiente de esos indios. Los mataron a todos)

Aunque no sabemos con exactitud cuántos Tainos había a la llegada de Colón con sus perros asesinos, hay quienes hablan de 250 mil, mientras que otros elevan la cantidad considerablemente. El hecho cierto es que para 1501 los españoles (que olvidó Roberto Rosario cuando denunció las invasiones norteamericana de 1916 y de 1965) comenzaron a importar esclavos desde África porque la población Taina se extinguía velozmente.

Los dueños de la isla durante siglos, fueron barridos por la esclavitud extrema a que fueron sometidos. (“Aunque hace siglos de esta historia, por amarga y por vieja se la cuento, porque las cosas no se aclaran nunca con el olvido, ni con el silencio”)

Es sobre la base del crimen, el saqueo, la explotación y la barbarie, de españoles, franceses, ingleses, etc., que se  crea en 1844, lo que hoy llamamos República Dominicana. Los negros no llegaron a la isla como invasores ni criminales, llegaron en condiciones de esclavos para sustituir a los nativos muertos por el trabajo forzado y la tortura. (Fueron esos negros esclavos, los que produjeron una de las revoluciones más hermosas y trascendentes de la humanidad. Ellos abolieron la esclavitud en la isla. No lo hicieron los europeos, ni los “dominicanos”)

Después del trabucazo del 27 de Febrero de los Trinitarios de Juan Pablo Duarte, la historia ha sido de mentiras y engaños, de traiciones, crimines, revoluciones inconclusas,  anexiones, invasiones, independencias efímeras, restauraciones, golpes de Estado, dictaduras y dictadores que van y vienen, unos  vestidos de gris, otros de verde olivo, pero igualmente asesinos y ladrones.

Desde que llegó Colón hasta hoy, el saqueo de nuestras riquezas renovables y no renovables, ha sido el denominador común. Y para lograrlo han explotado y asesinado a millares de hombres y mujeres. Cada vez que el pueblo intenta quitarse las cadenas los corruptos y criminales terminan imponiendo sus leyes a sangre y fuego.

Que me perdonen los nacionalistas de verdad, y los de mentira. Pero no me siento orgulloso de ser dominicano. Nuestras “gloriosas Fuerzas Armadas” han matado a muchos Manolo y muchos Caamaño desde su fundación. La Policía ha reprimido a millares de obreros y campesinos para defender terratenientes y patronos. Las clases dominantes, tan patriotas y nacionalistas,históricamente han estado dispuestas a entregarle el país a cualquier potencia. (El capital no tiene bandera, ni país, escribió Marx hace muchos años)

Mi nacionalidad se la regalo al que la quiera. (El Tribunal Constitucional y la Junta Central Electoral pueden limpiarse el trasero con ella. No me interesa)

Como escribiera Mario Benedetti hablando de su país, Uruguay en su libro El Desexilio: los gobiernos nos han matado el orgullo. (¿Cómo puedo sentirme orgulloso de un país que despoja de su nacionalidad a cientos de miles de seres humanos por negros y pobres?)



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