Por JUAN T H
El Frente Agropecuario del Partido Revolucionario
Dominicano (no el PRD de Miguel Vargas, por supuesto) denunció que la mafia que
operó durante los últimos ocho años del gobierno de Leonel Fernández con la
importación de alimentos, continúa operando desde el Palacio Nacional.
En “El Informe con Alicia” la destacada comunicadora
revela como el ex ministro Víctor Díaz
Rúa utilizó inescrupulosamente el
presupuesto de Obras Públicas durante el proceso de transición, pero el
Ministerio Público, facultado para actuar hasta por el rumor público, ni se
inmuto. (No se dio por enterado)
Con una prisa pasmosa el funcionario, que antes había
gastado 18 millones de pesos en la publicación de sus memorias, firmó 23
contratos que beneficiarían 12 provincias por más de 12 mil millones dejando al
nuevo ministro, Gonzalo Castillo, con las manos en la cabeza pues no había
dinero para obras prioritarias.
Hablamos de un hombre que en los primeros cuatro años
de Leonel quintuplicó su fortuna, de poco más de cien millones, a más de 500
millones de pesos, según consta en sus propias declaraciones. Nadie le preguntó cómo lo hizo. Del mismo modo que
nadie le ha preguntado a Félix Bautista cómo es que de 500 mil pesos, que fue
su primera declaración jurada, se convirtió en uno de los hombres más poderosos patrocinando campañas de candidatos
a senadores, diputados y alcaldes del país, así como presidenciales en Haití, Panamá y Perú. (Como
nadie le ha preguntado otros ex ministros. Al de agricultura, por ejemplo)
El gobierno de Danilo calcula que durante el período
de transición los corruptos dilapidaron más de 150 mil millones de pesos. Pero había una instrucción clara y precisa de
“no mirar hacia atrás”, ni “lanzarle ladrillos al pasado”.
Esa es la razón por la cual nadie ha sido sometido a
la justicia.
Esa es la razón por la cual el Ministerio Público es
ciego, sordo y mudo en materia de corrupción, tráfico de influencia y
prevaricación cometida por funcionarios del mil veces glorioso Partido de la
Liberación Dominicana.
Esa es la razón por la cual el artículo 146 de la
Constitución que invierte el fardo de la prueba en materia de corrupción, es
ignorado las autoridades judiciales.
Desde la muerte de Trujillo en 1961 el “borrón y
cuenta nueva” ha sido una constante en la política. Los desfalcadores del
Estado van y vienen. Se protegen unos y otros. Con el dinero que se han robado
los políticos y los empresarios en los últimos 52 años, se puede hacer, no dos repúblicas, como dijera la presidente
de la Cámara de Ccuentas, sino una, con
energía eléctrica, agua potable, viviendas, educación, salud, seguridad social
y ciudadana. Con los que se han robado en los últimos 52 años, éste fuera uno
de los países más prósperos del mundo.
Pero el maldito “borrón y cuenta nueva”, que ahora
aplica Danilo para su desgracia histórica, ha impedido y seguirá impidiendo el
progreso. Solo con los 800 mil millones que se robaron los políticos del PLD en
ocho años, de haberlos invertidos en obras de bien social, es seguro que no
tendríamos tanta pobreza.
El borrón y cuenta nueva significa: ladrones que
salen, ladrones que entran. Es el círculo vicioso de la corrupción que da
vueltas creando más pobreza cada día. El pueblo lo sabe, pero no hace nada.
(Dicen que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Ya veremos)
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