Rumbos e impactos de sorteos obras del Estado
Por Ing. José Adolfo Herrera
Acevedo
Cuando vimos en la prensa el anuncio del Gobierno de
sortear obras de Construcción para las escuelas
y otras infraestructuras del Estado Dominicano, como profesional activo
de la ingeniería y la construcción que soy, nos vimos interesados con esta
actividad.
A los pocos días salió la convocatoria oficial en la
prensa nacional y las condiciones de participación estaban claramente
establecidas en el portal de Contrataciones Públicas. Lo único que me llamó la atención fue la
fecha de entrega de la documentación que me pareció sumamente corta y esto
trajo a colación que sin pensar mucho expresara para mi mismo: “no hay tiempo
suficiente para conseguir y cumplir con la documentación requerida, aquí debe
de haber un gancho para que participen sólo algunos”
Mi sorpresa fue grande cuando decidimos participar y
empezar a buscar la documentación requerida en La DGII, en Contrataciones Públicas
y las entidades estatales ejecutoras de los proyectos. Todas estas instituciones, brindaron sus
servicios de forma rápida y expedita y con suficiente tiempo pudimos
inscribirnos en los sorteos. En nuestro
caso, participamos como empresa en las obras que se construirían en San
Francisco de Macorís.
Finalmente, llegó el día esperado y cientos de profesionales
de la ingeniería se dieron cita a este gran ensayo de democratizar el
otorgamiento de obras en La República Dominicana.
Reconozco que jamás me habría imaginado tal nivel de
transparencia. El proceso fue sencillo,
se llamaba a los ingenieros o las empresas quienes presentaban su
identificación y acto seguido se nos entregaban el cintillo con el nombre y el
número de inscripción de cada uno y personalmente colocábamos el mismo en una
urna transparente a la vista de todos los participantes.
Cabe destacar, que en el caso de las edificaciones
escolares, constituyó un acto muy
significación y de gran emoción, que fuese escogida una niña o un niño
estudiante, quienes fueron sacando los agraciados del sorteo para cada uno de
los lotes a ser construidos.
Ciertamente, lo acontecido fue un extraordinario
ejercicio de la democracia y un precedente que debe seguir siendo solidificado,
por permitir la diafanidad en el otorgamiento de las edificaciones de las obras del Estado, al asegurar a jóvenes y veteranos profesionales de la ingeniería y
la arquitectura, un marco de igualdad
para optar en las construcciones que ejecuta el gobierno dominicano.
Ahora bien, lo que sigue a continuación es el
seguimiento que las autoridades deben dar a la construcción de dichas obras. Es
urgente que se realice para cada una de las escuelas y demás obras a ser
construidas, un estudio de suelos para evitar contratiempos en el futuro y por
ende los presupuestos para que las mismas puedan ser realizadas de forma más
confiable.
Otro de los aspectos a tomar en consideración durante
la construcción, debe ser una verdadera supervisión que se ajuste a los
requerimientos técnicos y de costos.
Para ello sugerimos la contratación de empresas con
experiencia en la construcción y supervisión de edificaciones para asegurar un
proceso constructivo que se ajuste a los planos, especificaciones y costos
establecidos.
Hemos dado un gran paso en la democratización del
otorgamiento de obras y Dios quiera que todo salga bien y podamos seguir
haciendo lo mismo, con la mayor parte de las obras que construya El Estado
Dominicano, brindando oportunidad a muchos ingenieros y arquitectos, para así
lograr que las obras no se queden en las manos de unos cuantos solamente.
José Adolfo Herrera Acevedo
Coordinador de Provincias del
Consejo Regional de
Desarrollo (CRD),
Ingeniero, Empresario y
Catedrático Universitario.
Email: crdnordeste@yahoo.es
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