El liderazgo
ético
Prof. Faustino Collado
El líder no debe concebirse solamente como un ser
excepcional, que surge de tiempo en tiempo, para realizar acciones
extraordinarias y encabezar acontecimientos históricos. Si bien se puede
establecer rangos y dimensiones, hay que partir de que toda persona es
potencialmente un líder o lideresa, y que esta cualidad humana se manifiesta en
todos los aspectos de nuestras vidas, y de manera cotidiana.
En este sentido, podemos definir al líder o lideresa como
toda persona que orienta y es creído o creída. Esta definición se puede ampliar
diciendo que motiva a la acción.
Partiendo de la diversidad de actividades, de la
intensidad, profundidad y modalidades de las orientaciones, y de las formas de
inducir las acciones, surgen las clasificaciones del liderazgo, y se puede
hablar de liderazgo esporádico, coyuntural o circunstancial; de liderazgo
continuo o permanente; de liderazgo democrático, autoritario, carismático,
ético, mesiánico, etc.
En cuanto al liderazgo ético, es en primer lugar, el que
pone el interés general, el interés de las mayorías, de la comunidad, de la
nación, por encima del interés particular. El particularismo, el
individualismo, con mucha facilidad conduce al egoísmo, y el egoísmo es ajeno a
la ética. Preservar la colectividad es una garantía para la preservación del
individuo, mientras que el razonamiento contrario sería una falacia. Si bien no
siempre el interés individual se opone al interés colectivo, el primero debe
estar supeditado a la máxima o principio universal, de que mi derecho termina
donde empieza el de los demás. No estamos solos en nuestro espacio,
comprenderlo y actuar en consecuencia tiene un fundamento ético.
El liderazgo ético no se sirve de los demás, por eso debe
practicar el valor del trabajo. No viviendo de los demás, no recostándose de
los demás. No corresponde al liderazgo ético la práctica de políticos
profesionales, de sindicalistas, sacerdotes, pastores, maridos, entre otros,
que viven de las contribuciones de sus adeptos y familiares. El principio: a
cada quien según su trabajo, a cada cual según sus capacidades, debe ser
aplicado también a los líderes, pues al no realizar una actividad productiva,
se resquebraja su moral para sermonear y orientar en torno al remedio más eficaz
de una sociedad, que es el trabajo.
Es ético prepararse permanentemente y cada vez mejor. El
líder o lideresa no solo debe saber decir, para ser entendido, sino, además,
saber hacer, para ser eficaz. De lo contrario, cuando ocupe puestos de
dirección y gerencia fallará y llenará de frustración a su familia, a sus
seguidores o a todo un pueblo, como son los casos del ex Presidente
Salvador Jorge Blanco (1982-1986), o de Bucarán, ex Presidente de Ecuador.
El liderazgo ético tiene un compromiso con vivir una vida
prolongada, disciplinada y sana. Un compromiso con la prolongación de la vida,
para prolongar su servicio a los demás. La vida es un bien público, y el líder
o lideresa debe dar el ejemplo de su conservación, no viviendo una vida
desordenada, promiscua y anárquica. Esa fue una de las diferencias entre
Joaquín Balaguer y Juan Bosch, por un lado, y José Francisco Peña Gómez, por el
otro, ido a destiempo, cuando el país lo necesitaba y lo necesitaba tanto.
Siendo la función fundamental de un líder o lideresa la
de orientar, entonces debe permanentemente producir ideas, sea que no las
escriba, como Jesús de Nazaret, o que las escriba, como Platón, Mahoma, Duarte,
los papas o los filósofos modernos.
Uno de los secretos de la prolongación de la influencia de
los hombres de la Primera generación dominicana del siglo XX, nacida entre 1986
y el 1910, entre los que están Balaguer, Bosch, Juan Isidro Jiménes Grullón,
Emilio Rodríguez Demorizi, Julio Alberto Hernández, Jaime Colson, a pesar de
sus retiros y exilios, es que nunca tuvieron un retiro en la producción
intelectual y artística. Sus escritos, cuentos, ensayos, discursos, canciones y
pinturas les mantuvieron presentes en las mentes de las élites y de las masas,
prolongando su liderazgo porque prolongaron la producción de ideas.
El liderazgo de las ideas tiene el compromiso ético de la
originalidad en sus creaciones, planteamientos y propuestas. Tiene el deber de
citar las ideas de otros, cuando las utiliza; la obligación de no plagiar, que
en el plano ético el plagio es una mentira, y en el plano legal es un delito.
Para los que son más jóvenes, futuros líderes nacionales, y en general, para
todo el que estudia, eso empieza en el aula.
EL LIDERZGO ÉTICO Y EL PESO DEL PASADO
El liderazgo ético no debe temer romper con el pasado y
con los paradigmas. Debe adoptar una perspectiva dialéctica y creativa. Para lo
cual una vía es fortalecerse dentro de su generación, es decir, entre todos los
que son sus contemporáneos, piensan y tienen sentimientos semejantes. Asimilándose
como generación debe desafiar la generación o generaciones anteriores cuyas
ideas y valores atrasados predominen e impiden el florecimiento de las nuevas
ideas. Esta situación ha pasado en la política dominicana a partir de 1996 con
el ascenso del PLD al gobierno. Esa generación de jóvenes que llegó al poder,
encabezada por Leonel Fernández, integrantes de la cuarta generación del siglo
XX, nacida entre 1941 y 1955, en vez de desafiar el pasado sucumbió ante él, y
el Balaguer viejo, representante del trujillismo, el autoritarismo, el
monumentalismo y la corrupción, fue sustituido por el Balaguer joven. Hoy
tenemos una o varias generaciones frustradas, que deben hacer un gran esfuerzo
intelectual y orgánico para recomponerse y disputar el espacio cultural de la
democracia y de la ética.
Relacionado con lo anterior, el liderazgo ético debe
romper con la práctica del nepotismo administrativo, las castas políticas y las
castas familiares, prácticas que se prestan para la violación de los controles
administrativos, la confabulación política y la impunidad. Representan un
conflicto de interés, y todo conflicto de interés es un conflicto ético.
En el caso de República Dominicana se observa muy a
menudo a esposas, concubinas, hermanas e hijos ocupando puestos
de congresistas y concejales renunciantes o fallecidos; a esposas de
presidentes siendo llevadas a puestos de principalía. En estos casos está de
por medio la falta de mérito personal para ocupar esos puestos. Darle y aceptar
lo que usted no se merece es una gran falta ética.
Lo que estamos planteando, con toda
responsabilidad, trata de un nuevo liderazgo. Ese nuevo liderazgo no se
puede construir con ropaje viejo, ni con las prácticas viejas, ni con
simulaciones, ni con mentiras, ni con doble vida, ni con lenguaje e
ideas viejos, ni con medios y mecanismos anticuados. Fíjense que no me refiero
a las personas viejas, sino a las ideas y prácticas viejas, que las pueden
exponer y de hecho las exponen muchos viejos y muchos jóvenes.
Esto no se puede alcanzar sin una revolución de la
conciencia, sin un estremecimiento personal, sin un abandono de la rutina, sin
una rebeldía intelectual. Amén de que sobrevenga un acontecimiento histórico,
que ataque los cimientos de esta sociedad podrida, como sería una revolución
política y social, donde los puestos de principalía los ocupen los sargentos,
los trabajadores y los educadores, y se cambien todos los paradigmas del
estatus quo, entonces a falta de eso nos toca impulsar una revolución
educativa, a nivel de todos los grados, que alumbre este liderazgo ético.
En ese sentido he lanzado en mi reciente
libro mi propuesta de un nuevo modelo educativo, con los siguientes
cinco ejes fundamentales: capacitación, formación,
creatividad, concienciación y la autorrealización. Se trata de un
nuevo currículo y una nueva pedagogía, basados en el nuevo paradigma del
aprehendizaje cooperativo-creativo.
Parafraseando a Sócrates, si quieres llegar a tener un
liderazgo ético, conócete a ti mismo y conoces a los demás; mira tú conciencia,
si puedes, y si no puedes, edúcala. Todo lo demás vendrá por añadidura.
¡Hoy es un buen día para empezar!
Y este es mi mensaje para el 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .