domingo, 18 de noviembre de 2012

Contradicen planteamientos del Ing.Eleuterio Martínez


Corrija eso Don Eleuterio

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA

NEIBA, Bahoruco, R. D.- En el consultorio ecológico del prestigioso diario digital Ecos Del Sur, del 5 de octubre 2012, el ingeniero Eleuterio Martínez dice textualmente lo siguiente:” El aliviadero de Canoa es precisamente eso, un aliviadero ante las grandes avenidas del Yaque; pero si se canaliza o se profundiza y se ensancha, al tener una pendiente prácticamente nula (entre Canoa y el Mar); podría darse el caso y es lo más probable que ocurra, que el mar entre a tierra firme y salinice todos los suelos agrícolas altamente productivos del Valle de Neiba, en lugar del río ir a desaguar directamente al mar”.

Nada más divorciado con la realidad, es importante recordar, que el Río Yaque del Sur que arrastra hacia parte de la región Enriquillo sus aguas y las de ríos que confluyen en él, nace en la Loma La Rusilla, a 3000 metros sobre el nivel del Mar, pasa en su recorrido hacia la parte baja de su cuenca, por el puente  de Vicente Noble y Tamayo a más de 34 metros por encima del nivel de mar, que sigue su curso con una cota positiva de 18 metros por el recodo que hace el Yaque con la Carretera Tamayo-Uvilla, sigue hacia donde estaba el dique derivadero de MENA, a 15 metros y por el Puente  de Canoa, es decir el aliviadero de Canoa a 14 metros, todo por encima del nivel del Mar.

Decir que entre canoa y el Mar hay una pendiente prácticamente nula, es una imprecisión imperdonable, ante la magnitud de la situación de la hoya del lago Enriquillo y sus pobladores, porque lleva la desesperanza que no puede existir, basta con detenerse sobre el puente de la carretera Santo domingo-Barahona, en la altura del paso de Canoa-Palo Alto, mirar hacia el mar, para desmentir a don Eleuterio Martínez y basta, con detenerse en la misma carretera frente a las oficinas de Indrhi, a la entrada de Barahona, mirar al norte y verán la diferencia en es aspecto de las aguas del mar y las que le llegan de la desembocadura del Yaque, al oste una agua turbia y al este las azules aguas del mar, lo cual hacen entender, que la llegada de las mismas a la Bahía de Neiba, en ves de salinizar la zona, se convierten el un amortiguador de salinidad, un verdadera cortina de protección.

Hemos escuchado, como voces solitarias contraponiéndose a la solución de la crecida del lago con el aliviadero de Canoa, al ingeniero Osiris de León, quien ha afirmado en múltiples ocasiones, que el lago se traga las aguas del Yaque del Sur sin enterarse y decir más recientemente, que el lago Enriquillo no crece por las aguas de dicho río, y le preguntamos, ¿por qué tendrá irremisiblemente las autoridades gubernamentales que detener el desfogue de la presa de Sabana Yegua?

La laguna de Cabral ó Rincón y el lago Enriquillo no aguantan más aguas, y el Yaque se las esta proporcionando y la inconducta  de los niveles del Enriquillo se viene dando a partir de que el aliviadero de Canoa dejo de verter vida al ecosistema marino, la vida que le ha quitado a las  provincias Bahoruco e Independencia y buena parte de la de Barahona.

Este aliviadero, no es algo nuevo, no es improvisación, es la solución y no puede ser circunstancial, porque tiene que ser parte fundamental de la gran solución que será la presa de Monte Grande, de la cual, el aliviadero es la válvula de seguridad indispensable.




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