Corrija eso
Don Eleuterio
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA
NEIBA,
Bahoruco, R. D.- En el consultorio ecológico del prestigioso diario
digital Ecos Del Sur, del 5 de octubre 2012, el ingeniero Eleuterio Martínez
dice textualmente lo siguiente:” El aliviadero de Canoa es precisamente eso, un
aliviadero ante las grandes avenidas del Yaque; pero si se canaliza o se
profundiza y se ensancha, al tener una pendiente prácticamente nula (entre
Canoa y el Mar); podría darse el caso y es lo más probable que ocurra, que el
mar entre a tierra firme y salinice todos los suelos agrícolas altamente
productivos del Valle de Neiba, en lugar del río ir a desaguar directamente al
mar”.
Nada más divorciado con la
realidad, es importante recordar, que el Río Yaque del Sur que arrastra hacia
parte de la región Enriquillo sus aguas y las de ríos que confluyen en él, nace
en la Loma La
Rusilla, a 3000 metros sobre el nivel del Mar, pasa en su recorrido hacia la
parte baja de su cuenca, por el puente de Vicente Noble y Tamayo a más de 34 metros
por encima del nivel de mar, que sigue su curso con una cota positiva de 18
metros por el recodo que hace el Yaque con la Carretera Tamayo-Uvilla, sigue
hacia donde estaba el dique derivadero de MENA, a 15 metros y por el Puente de Canoa, es decir el aliviadero de Canoa a
14 metros, todo por encima del nivel del Mar.
Decir que entre canoa y el Mar
hay una pendiente prácticamente nula, es una imprecisión imperdonable, ante la
magnitud de la situación de la hoya del lago Enriquillo y sus pobladores,
porque lleva la desesperanza que no puede existir, basta con detenerse sobre el
puente de la carretera Santo domingo-Barahona, en la altura del paso de
Canoa-Palo Alto, mirar hacia el mar, para desmentir a don Eleuterio Martínez y
basta, con detenerse en la misma carretera frente a las oficinas de Indrhi, a
la entrada de Barahona, mirar al norte y verán la diferencia en es aspecto de
las aguas del mar y las que le llegan de la desembocadura del Yaque, al oste
una agua turbia y al este las azules aguas del mar, lo cual hacen entender, que
la llegada de las mismas a la Bahía de Neiba, en ves de salinizar la zona, se
convierten el un amortiguador de salinidad, un verdadera cortina de protección.
Hemos escuchado, como voces
solitarias contraponiéndose a la solución de la crecida del lago con el
aliviadero de Canoa, al ingeniero Osiris de León, quien ha afirmado en
múltiples ocasiones, que el lago se traga las aguas del Yaque del Sur sin
enterarse y decir más recientemente, que el lago Enriquillo no crece por las
aguas de dicho río, y le preguntamos, ¿por qué tendrá irremisiblemente las
autoridades gubernamentales que detener el desfogue de la presa de Sabana
Yegua?
La laguna de Cabral ó Rincón y
el lago Enriquillo no aguantan más aguas, y el Yaque se las esta proporcionando
y la inconducta de los niveles del
Enriquillo se viene dando a partir de que el aliviadero de Canoa dejo de verter
vida al ecosistema marino, la vida que le ha quitado a las provincias Bahoruco e Independencia y buena
parte de la de Barahona.
Este aliviadero, no es algo
nuevo, no es improvisación, es la solución y no puede ser circunstancial,
porque tiene que ser parte fundamental de la gran solución que será la presa de
Monte Grande, de la cual, el aliviadero es la válvula de seguridad indispensable.
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