Actualidad
penitenciaria
Motines,
riñas y muertes
POR ELVI PAREDES
Caracterizado
por los constantes motines, riñas, asesinatos por encargos, y…asesinatos por
que sí.
Ese era el
sistema carcelario de los años 80, y
finales de los 90s, cuando se dieron los primeros pasos, para crear los
simientos del proceso renovador que se implementa actualmente.
Corrían los años
90, cuando desarrollaba mi labor de reportero en Radio Mil, cubriendo las
actividades judiciales, y junto a un grupo selecto de comunicadores, que actualmente ocupan importantes
posiciones en medios de comunicación, pude ser testigo excepcional del
desastre, la corrupción y el chantaje que envolvía el mundo penitenciario.
No pasaba una
semana sin que ocurriera un motín en pleno
Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en plena capital dominicana, y a
menos de un kilometro de la Z ona
Colonial.
Los episodios de
riñas, violaciones sexuales y privilegios en la Penitenciaría Nacional de La
Victoria y el Complejo de Najayo Hombres y Mujeres, era ``el pan nuestro de
cada día``, como denunciaban los propios presos, en visitas que realizaba a
esos lugares, y en ocasiones en que ellos mismos llamaban por teléfono a la
redacción de Radio Mil.
Las practicas de aberración sexual, tráfico y
consumo de drogas, así como la extorsión y el chantaje para llevar los presos a
las audiencias, son males que envolvían la en su totalidad la vida carcelaria
en esos años.
En el caso
particular del penal de La Victoria, la situación solo ha cambiado en torno a
factores ``cosméticos``, o como se diría en el argot popular, ``se le ha dado
un paño con pasta``.
La Victoria, el más
grande centro penitenciario del país, y con más de cinco mil reclusos, se ha
convertido en una mini ciudad, donde el que más puede es el que disfruta de
comida a la carta, de visitas conyugales, también a la carta y a la hora
deseada.
Es La Victoria,
la cárcel donde usted juega lo que quiera, cuando quiera. Es La Victoria, la
cárcel donde el preso que tenga dinero, ``consume`` lo que quiera, cuando quiera. Pero no solo es
La Victoria.
Recuerdo que en
ocasión de una visita guiada por esa cárcel, un grupo de personas que me
acompañaban, nos vimos en la obligación de agarrarnos de las manos y encender
celulares, y algunos pequeños focos, para poder cruzar por pasillos, que mas
que celdas parecen cuevas ubicadas en zonas montañosas de Afganistán, Iraq o
algún país asiático.
Ese es el
sistema carcelario tradicional que comencé a conocer en los años 80 y 90.
Contaminado hasta los tuétanos.
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