Santo Domingo, R. D.- El reconocido pediatra y nutriólogo deportivo Dr. Wilkin Dailes Cabrera Sención, advirtió sobre la preparación que deben llevar los niños y adolescentes que practican béisbol, en las distintas academias de dicho deporte en el país.
“El Sistema Latinoamericano de Firmas,
regulado por la Major League Baseball (MLB), establece, desde edades tempranas,
un seguimiento y evaluación de los jóvenes, lo que implica que la preparación
debe iniciar de manera estructurada, integral y con propósito”, advirtió
Cabrera.
En este sentido, “el pediatra y el
nutriólogo deportivo tienen un rol clave en orientar hacia la salud, el
crecimiento físico y la preparación que exige el prototipo estandarizado de las
organizaciones profesionales”, afirmó Cabrera Sención, quien trabaja en el
Hospital General de la Plaza de la Salud, el Grupo Médico MAC Center y en el
Centro de Atención primaria y especialidades (CAPE).
Importancia del propósito deportivo
El profesional explicó que el propósito
deportivo no debe reducirse a jugar pelota o firmar con una organización, más
bien, debe definirse como un proyecto integral de desarrollo humano.
Asimismo, Cabrera explicó que el propósito
bien definido permite “evitar frustraciones en etapas avanzadas, alinear
expectativas familiares con realidades médicas, deportivas y reglamentarias y
convertir el entorno en un espacio de apoyo y no de presión”.
Sistema de firmas y las etapas tempranas
Con respecto al sistema de firmas y las
etapas tempranas, el pediatra explicó que la MLB establece el sistema de firma
internacional, con la edad de 16 años como punto de corte.
“Desde los 12–13 años, las organizaciones
inician un seguimiento del talento, identificando jóvenes con potencial para
ser moldeados. Esto obliga a que, en etapas de maduración temprana, el joven ya
deba trabajar su cuerpo, técnica y mente hacia los estándares que buscan los
scouts y entrenadores profesionales”, advirtió.
“El pediatra y el nutriólogo deportivo
-continuó explicando- son piezas estratégicas en este engranaje, porque ellos
son los encargados de la evaluación del crecimiento y desarrollo, uso de curvas
de crecimiento, el cálculo de talla adulta probable, valoración de madurez
biológica (tanner, edad ósea) y la identificación temprana de desbalances
hormonales o patologías que puedan limitar rendimiento”.
Optimización de la composición corporal,
más el ambiente familiar y de entrenadores
Ambos profesionales también son los
encargados de ajustar el índice de masa muscular y grasa corporal a los
estándares de la posición, definir requerimientos calóricos individualizados
según carga de entrenamiento, más la prevención y manejo de condiciones clínicas
frecuentes, como alergias respiratorias y/o déficit de vitaminas.
El experto también advirtió que la familia
es el primer soporte del propósito deportivo, que su rol no debe ser solo de
expectativa, sino de acompañamiento consciente en la nutrición, descanso y
control médico del joven.
El prototipo esperado por las
organizaciones profesionales
Por último, Cabrera Sención informó que
las organizaciones profesionales de MLB, no solo observan talento técnico, si
no, que también exigen prototipos estandarizados
“Los prospectos deben contar con una
estatura y complexión física adecuada, dependiendo de la posición que les toque
jugar, composición corporal con más músculo y menos grasa, capacidades
fisiológicas optimizadas (resistencia, fuerza, potencia, velocidad), mentalidad
competitiva y capacidad de manejar presión”, detalló.
Esto significa que el médico y nutriólogo
deportivo deben “orientar el trabajo familiar y de entrenadores hacia alcanzar
esos prototipos, sin comprometer la salud del joven”, finalizó Cabrera Sención.
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