Santo Domingo, R. D.- La Secretaría Nacional de Medio Ambiente y Recursos
Naturales del Partido Revolucionario Moderno (PRM), advierte que, si las
autoridades nacionales no reorientan radicalmente el manejo y explotación de
los bosques, aguas, suelos y subsuelos, y no se completa el marco legal que
regula tales actividades, la República Dominicana padecerá en plazos
relativamente cortos calamidades que dañarán seriamente la calidad de vida e
incluso la subsistencia de buena parte de la población.
El Dr. Cecilio Díaz Carela, Secretario Nacional de Medio Ambiente y
Recursos Naturales del PRM, manifestó que, en cuanto al suministro de agua
potable, pérdida de la biodiversidad y aumento del riesgo ambiental por
inundaciones, derrumbes, erosión costera y aumento de las enfermedades
ambientales, como consecuencia de la amenaza «del cambio climátic0, así como
por ausencia de controles e incentivos que ayuden a mitigar los efectos de
tales fenómenos.
“Uno de los sectores de nuestra economía que está sintiendo en mayor grado
el impacto de las amenazas del campo climático, la deforestación y la pérdida
de suelos fértiles, lo es el sector agropecuario, el cual está teniendo
problemas para mantener una producción estable por ausencia de programas de protección
de suelo, suministro de semillas adecuadas, así como por la pérdida de
plantaciones como consecuencia del impacto de los fenómenos meteorológicos y
debido a las malas prácticas ambientales”, expresó en un documento enviado a
los medios por el PRM.
Señala que el turismo es otro sector que está sufriendo frontalmente, en
estos momentos, los impactos del cambio climático y las malas prácticas
ambientales, ya que la erosión costera está afectando a muchas de nuestras
principales playas, tanto en la región Este del país, como en toda la costa
Norte.
Manifiesta que: “Igualmente el impacto del submarinismo no regulado, la
extracción de corales, la pesca ilegal no declarada y la acción de los
fenómenos meteorológicos, incluyendo los más recientes huracanes que han
impactado nuestras costas, están dañado seriamente nuestras formaciones
«arrecifales», tan importantes para la biodiversidad marina, así como para la
recreación y el ecoturismo. Si no se toman medidas urgentes y se asumen
programas de remediación y recuperación, perderemos una de nuestras mayores
riquezas sumergidas, como lo son los arrecifes de coral que constituyen uno de
nuestros ecosistemas de mayor riqueza de especies y además le ofrecen atractivo
y belleza a nuestro mar territorial.
“Hoy llamamos la atención de que los bosques dominicanos no están siendo
objeto de la protección legal necesaria, ya que la Ley de Incentivo Forestal
lleva varios años en el Congreso Nacional, sin que se llegue a ningún acuerdo
entre el gobierno, los sectores que integran la industria forestal y las
comunidades en general.
Acusó a las autoridades del gobierno de ser muy poco diligentes en la
aprobación de esta ley, y sólo han emprendido acciones muy tímidas, para
detener el deterioro de un recurso tan importante como el forestal, que además
emplea y beneficia a miles de familias dominicanas.
Argumenta que “El gobierno es único responsable del uso indiscriminado de
nuestros bosques y de su eliminación para sustituirlos por cultivos, pastos,
carreteras, construcciones suntuosas en áreas de laderas, ya que son sus
autoridades las llamadas a corregir estos males, promoviendo los instrumentos
legales necesarios, como la Ley de Ordenamiento Territorial Ambiental. Ley que,
de ser aprobada, crearía las condiciones y establecería las reglas para el uso
del suelo a nivel nacional”.
De igual modo, señala, “las malas prácticas ambientales en el uso del
bosque, así como los fuegos forestales son responsables de la pérdida de alrededor
de 228,365 hectáreas de bosques, en los últimos quince años y están causando
estragos en las áreas montañosas del país, incluyendo grandes pérdidas de
suelos fértiles, aguas abajo, así como contaminación por descargas de
sedimentos, desequilibrio ecológico y pérdida de biodiversidad”.
Dijo que es responsabilidad de las autoridades evitar el corte
indiscriminado de árboles y promover un verdadero programa de reforestación,
especialmente en lugares montañosos, como la Cordillera Central donde nacen los
principales ríos del país, y así incrementar las áreas boscosas en todo el
territorio nacional.
“Exhortamos también a nuestra ciudadanía a empoderarse para exigir, y de
igual forma mostrar su interés por la recuperación de nuestros bosques, los
cuales, durante el período 2001-2014 sólo pudimos ganar 39,306 nuevas hectáreas
de cobertura vegetal, en todo el país, con una pérdida neta del bosque
dominicano de 189,059 hectáreas, de las cuales el 77.3% se perdió en las
administraciones peledeístas durante el período 2004-2014.
Afirma que esto se debe a que al hecho de que el gobierno paralizó las
políticas que heredó del período de gobierno 2000-2004, sobre la Estrategia
Nacional de Reforestación; políticas que si se hubieran aplicado hoy estaríamos
hablando de una riqueza forestal considerable y muchos de los males enfrentamos
estarían reducidos a su mínima expresión.
Finalmente enfatiza que “Hoy en día los recursos naturales y el medio
ambiente están abandonados a su suerte, mientras la mente del gobierno tiene un
objetivo claro: Permanecer en el poder. Y hacia ese objetivo se canalizan todos
los recursos del Estado”.
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