Por
Miguel Cruz Tejada
NUEVA
YORK._ Janelle Edwards, una empleada del hospital Montefiore en El Bronx, murió
el jueves dentro de su vehículo a causa de una fuerte infección originada por
cirugías plásticas que se hizo en la República Dominicana y su última visita a
los cirujanos del país caribeño fue el mes pasado. Un médico y sus familiares
que confirmaron la causa del fallecimiento, no identificaron al o la cirujana
que la operó.
Edwards,
de 25 años de edad, padeció complicaciones múltiples y fuertes dolores que no
soportaba entes de ser hallada inconsciente en su carro, el jueves de la semana
pasada a las 8:10 de la noche en la calle Bellamy Loop cerca de Co-op City
Boulevard, en el tranquilo vecindario Co-op City en El Bronx, dijeron sus
familiares y la policía.
Ella
es la más reciente víctima de numerosas mujeres que han muerto en la República
Dominicana a manos de cirujanos, acusados de “carniceros” por parientes de las
víctimas, entre estos la doctora Ivelise Bello,
los hermanos Contreras y muchos otros y otras.
Aunque
el Departamento de Salud del Estado de Nueva York y el Centro Nacional para
Enfermedades Contagiosas (CDC) con sede en Atlanta, mantiene alertas paras que
las mujeres residentes en Estados Unidos, no viajen a República Dominicana, los
viajes son frecuentes, motivadas por las ofertas de bajos precios y las
campañas de reclutamiento que hacen emisarios de los emisarios, como en el caso
de la doctora Bello en salones de bellezas, spas, centros de uñas y otros
establecimientos de gran confluencia de féminas en busca de belleza.
Los
padres de Edwards la encontraron desplomada frente al volante y llamaron a la policía.
Ella
murió 30 minutos después de ser
transportada al Hospital Albert Einstein del Centro
Médico Montefiore, donde una vez
trabajó, según decía en su perfil de facebook.
“La
encontramos en el coche y no respondía”, dijo la madre Marjorie Edwards, de 57 años. “No
sabíamos lo que pasó.”
Una
autopsia inicial el sábado al cadáver de la mujer no fue concluyente y se ordenaron más pruebas, pero un médico les
dijo a los detectives que Edwards murió de un coágulo de sangre causado por sus
recientes cirugías.
La
hermana mayor de Edward Samantha Edwards, cree que la operación para agrandarse
los senos, la abdominoplastía (barriga) y los implantes de glúteos (nalgas),
que se le realizaron en Santo Domingo, mataron a su hermana, a pesar de que no
cree que su familia pueda usar ningún
recurso legal.
“Era
una persona muy cariñosa”, dijo la hermana. “Así es que quiero recordar a mi
hermana. Ella vivió su vida y Dios se la llevó temprano”, agregó la hermana.
Miembros
de la familia dijeron a los detectives que Edwards se quejaba de dolor de estómago
y de las tetas, desde que regresó de su viaje a la República Dominicana, pero
no mostró signos de sufrimiento el día de su muerte.
“Ocupada,
ocupada, ocupada,” se publicó en su página facebook, el jueves, unas tres horas
antes de su muerte. “Debo dormir bien esta noche”.
Ella
dejó dos hijos en la orfandad materna, uno de 7 años de edad, el otro de 1, dijeron los
familiares.
Los
vecinos dijeron que Edwards había regresado a Nueva York hacía un mes.
“Estaba
toda envuelta en vendas y tenía una vía intravenosa en un soporte. Ella sentía mucho
dolor”, dijo Elia Mayo, una mujer que trabaja en limpieza y vive al lado de
Edwards en El Bronx.
“Es
un shock”, dijo Mayo. “Ella era una buena chica. Ella tenía buenos modales”.
En
junio de 2016, Edwards publicó una foto suya en facebook en batas de color
burdeos (morada lila), luciendo una identificación de empleada del Hospital
Montefiore.
Alegando
reglas de privacidad, una portavoz de Montefiore no confirmó que Edwards era un
empleado del hospital.
La
muerte de Edwards viene a medida que más médicos están advirtiendo a las mujeres
sobre los peligros de hacerse cirugías
plásticas en el extranjero.
“Sé
que el costo más barato es tentador, pero considere los riesgos”, explicó la
doctora Susan Downey en un video publicado en el sitio web de la Sociedad
Americana de Cirujanos Plásticos. “Si surgen problemas, puede tener costos adicionales
y sin protección legal”.
“La
cirugía estética es una cirugía real y requiere la consulta, planificación y
atención de mejor seguimiento con un cirujano certificado por la junta,” dijo.
Hacer vuelos largos después de la cirugía, también puede
aumentar el riesgo de desarrollar una embolia pulmonar y coágulos de sangre en
una paciente, señala la asociación, exhortando
a las pacientes a esperar hasta siete días después de la cirugía para abordar
un avión.
PIE
DE FOTO
NUEVA
YORK._ Janelle Edwards, empleada del Hospital Albert Einstein –Montefiore en El
Bronx, murió en ese nosocomio después de cirugías plásticas en la República
Dominicana. (Fotos facebook)
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