Advierte que comerciantes del corredor de la
Avenida Jerome no sufrirán la misma suerte que los de Willets Point
Por Víctor Gómez
NUEVA YORK.- El presidente de la
Asociación de Comerciantes de Automóviles, UAMA por sus siglas en ingles, Pedro
J. Estévez, hizo un dramático llamado de auxilio al alcalde neoyorquino Bill de
Blasio para que atienda los reclamos de los comerciantes del sector automotriz
desalojados de Willets Point de Queens, que han tenido que recurrir al capítulo
12 de Bancarrota, por la falta de liquidez para terminar los nuevos locales del
1080 de la Avenida Leggett en el Bronx donde fueron relocalizados.
El dirigente empresarial lamentó que a 45 dueños de negocios de un
total de 250, las autoridades municipales le prometieron un traslado seguro de
los terrenos que ocupaban anteriormente pero que las autoridades encargadas de
otorgar los permisos no han cooperado como es debido para que dichos locales
del 1080 de Leggett fueran abiertos a tiempo y evitar la calamitosa situación
por la que vienen pasando.
Exigió de las autoridades municipales cumplir con las promesas
realizadas para ser desalojados de donde ellos pagaban sus impuestos, empleaban
a cientos de trabajadores de donde mantenían todas sus familias, se perdieron
alrededor de 200 negocios que no fueron favorecidos con nuevos locales y que
corrieron la peor de la suerte al quedar sin lugar de operación.
Estévez se preguntó si los comerciantes del corredor Jerome
sufrirán la misma desgracia que vienen sufriendo los desalojados de Willets
Point y considera que aparentemente están “fabricando el mismo mono con
diferente traje”, dada las circunstancias de que si no han cumplido con uno
tampoco lo harán con otros.
Advirtió que los propietarios del corredor Jerome no permitirán
bajo ninguna circunstancias que le suceda lo mismo que a los de Willets Point,
ya que al parecer la ciudad se salió con la suya, asegurando que los asociados
de la Avenida Jerome tienen la amarga experiencia basada en la evidencia.
Calificó como una desvergüenza a lo que están sometiendo a la
comunidad latina y aseguró que si fueran de otra nacionalidad los afectados no
estuviera sucediendo el atropello inmisericordes, llevando a la quiebra a
propietarios de negocios que solo necesitan de 3 millones de dólares para
aplicar la terminación a la obra y cumplir con los compromisos inmediatos que
le vienen reclamando los acreedores.
“Lo
que se requiere es una decisión política del alcalde Bill de Blasio, por lo que
le pedimos que no los golpee en la cara, que no los humille, ni los derrote, ni
los deje morir de hambre junto a sus familiares y empleados, que se compadezca
y que no tome la pobre decisión de liquidarlos”, finalizó diciendo Estévez.
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