SANTO DOMINGO, R. D.- El Centro de
Planificación y Acción Ecuménica (CEPAE) advirtió sobre las graves
consecuencias en términos ambientales, económicos, sociales y políticos, si no
se prioriza el ordenamiento del territorio y se detiene la división
territorial del país.
De acuerdo con el CEPAE, en los últimos
años República Dominicana ha sufrido una atomización territorial descomunal, al
punto de que hoy día, en un territorio pequeño de 48,000 kilómetros cuadrados,
se cuenta con un Distrito Nacional, 31 provincias, 158 municipios y 234
distritos municipales, arrastrando con ello la subdivisión administrativa de
los ministerios, del Poder Judicial y la representación legislativa, resultando
en un Estado grande, costoso para el pueblo.
Esa excesiva división territorial y administrativa
obstaculiza el consenso para el ordenamiento territorial, el cual se ha ido
posponiendo, creándose un desorden en el uso del suelo, donde los intereses
mobiliarios y clientelares se imponen por encima del interés general.
Los gobiernos locales no han jugado su
papel en ordenar su territorio, pese a que la Constitución de la República
establece que el uso del suelo es potestad de los municipios. Tampoco el
gobierno nacional ha hecho su parte, primero porque le pasa por encima a las
autoridades locales en todo lo relativo a las construcciones, y, segundo,
porque no ha aprobado la necesaria normativa nacional.
Los planteamientos fueron hechos durante el
“III Foro de la Sociedad Civil sobre “Ordenamiento y División Territorial”,
organizado por el CEPAE en el marco de su 46 aniversario.
En el evento, cuyas palabras de apertura
estuvieron a cargo del profesor Faustino Collado, presidente del Consejo
Directivo del CEPAE, participaron como expositores el diputado Víctor D´Aza, de
la Comisión de Asuntos Municipales de la Cámara de Diputados, así como los
especialistas en municipalidad Julio Corral y Domingo Matías.
Faustino Collado sostuvo que “El país
necesita con urgencia de un reordenamiento general y completo, un
reordenamiento del territorio, de la población y de la Administración, un
reordenamiento del Presupuesto Público y de las prioridades”.
Al respecto, precisó que “Hay que reordenar
la vida, la convivencia y la política, si queremos seguir llamándonos país y
mantenernos como Nación”.
Recordó que el ordenamiento territorial fue
establecido como una prioridad en el año 2000 mediante la Ley 64-00 de Medio
Ambiente, y nuevamente en el 2006 con Ley 496-06 que crea el Ministerio de
Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), pero luego de más de 10 años el
proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial no ha sido aprobado a pesar de su
importancia y de que es un mandato de la Ley No. 1-12 que aprobó la Estrategia
Nacional de Desarrollo 2010-2030.
En ese sentido, el presidente del CEPAE,
Faustino Collado, se preguntó: ¿Debe la sociedad, a la que el ordenamiento
territorial asienta, mueve y desplaza, permanecer pasiva ante el engavetamiento
de la Ley de Ordenamiento Territorial en el Congreso Nacional, y para que esta
sea una ley buena?
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