jueves, 12 de noviembre de 2015

Corazones heridos sugieren responsabilidad en el uso de fuegos pirotécnicos


Masaya, jueves 12 de noviembre del 2015 *- Son relatos de la vida real, no llevan el toque de la magia de la literatura y su fantasía, a unos se le llenan de lagrimas los ojos, otros suspiran, pero estos Personajes, han sufrido accidentes, provocados por la elaboración de fuegos pirotécnicos.

El 19 de abril, del 2012, Pradio José García Alemán, se alistaba para ir a quemar cuetes y morteros, en la alborada de San Sebastián, en la Comunidad Indígena de Monimbo, aligeró su trabajo, cortando mechas de morteros con un cuchillo, el roce de este, provocó una chispa, desatando una explosión, de ahí, resulta con graves quemaduras. Karen García Medina, hija de la victima recuerda que su Papá, pasó en el Hospital Lenin Fonseca, tres meses en cuidados intensivos.

En ese mismo año, en la primera semana de abril, Mercedes Antonia Hernández, terminaba el almuerzo, esperaba a su nietecita Jakelin Pérez Pilarte, que regresaba de la escuela Esmeralda Gutiérrez, donde reciba clase en el primer grado. Douglas Bladimir Pérez, esposo de Hernández, y abuelo de Pérez Pilarte, terminaba un pedido de treinta gruesas de bombitas, cuando explotó el taller, donde de manera inmediata, falleció Mercedes Antonia Hernández, y la niña Estudiante, resultó con quemaduras graves, para rendirse ante la muerte, cinco días después. El matrimonio, de treinta y cinco años terminó, y el vacio de la nieta, y abuela, se  llena ahora viendo el álbum de recuerdo que se guardan en las fotos.


Los fuegos pirotécnicos, llevan alegría en momentos del año, pero si no, se tiene las medidas de seguridad, puede llenar de luto y tragedia, en las familias. Las Personas, que han vivido esta experiencia, califican de positivo la prevención y las medidas para el uso de la pólvora, que impulsa el buen Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que preside el Comandante Daniel Ortega Saavedra, y la Compañera Rosario Murillo.

En este años 2015, tres años después, el reto está en manos de las familias, donde puedan disfrutar de las actividades en todo el año acompañadas de los colores y sonidos de los fuegos pirotécnicos, a la par de sus seres amados, pero siguiendo los consejos, para evitar tragedias y llantos del corazón, como lo han experimentados estas familias de la Ciudad de Las Flores.


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