SANTO DOMINGO, R. D.- Un conjunto de partidos políticos y movimientos sociales alertaron hoy a la
Segunda Asamblea General de la Asociación Mundial de Foros Electorales, que se
inicia mañana en el país, sobre su “profunda preocupación -y a la vez sonar la
voz de alarma- por la inequidad actual del proceso electoral dominicano y por
la fundada desconfianza sobre la imparcialidad de los órganos electorales
llamados a supervisar dicho proceso o a dirimir los posibles conflictos que
surjan de éste”.
En rueda de prensa efectuada en un hotel de la ciudad, los partidos y
movimientos Alianza País, Alianza por la Democracia, Dominicanos por el
Cambio, La Multitud, Foro Renovador, Fuerza de la Revolución, Patria para
Todos, Ciudadanas/os por la Democracia, el Movimiento Camina RD, Partido
Revolucionario Moderno, y Movimiento Rebelde, advierten la importancia crucial
de las elecciones del 15 de mayo del próximo año, ya que “en dicho certamen
serán escogidas todas las autoridades dominicanas -un total de 4 mil 106
candidaturas- a nivel presidencial, congresual y municipal, que regirán los
destinos de la nación hasta el 2020.”
El documento fue leído por Orlando Jorge Mera, presidente en Funciones del
PRM, quien informó que en el día de mañana será entregado formalmente el
documento la directiva de la reunión del foro mundial de organismos
electorales.
A continuación,
su texto completo:
Los suscribientes, en nombre y representación de los diferentes partidos y
movimientos políticos de oposición de la República Dominicana, con motivo del
encuentro de la Asociación Mundial de los Órganos Electorales (AWEB, por sus
siglas en inglés), que a partir de mañana martes celebrará su Segunda Asamblea
General Bianual en territorio dominicano, y cuyo tema principal es el “Rol y
desafíos de los órganos electorales para garantizar la integridad de las
elecciones”, tienen a bien expresar lo siguiente:
La Junta Central Electoral (JCE) se apresta a celebrar dicho evento, con el
claro objetivo de lograr el reconocimiento internacional a dicho organismo y a
su presidente, miembro prominente del partido de gobierno, con vistas a ganar
credibilidad para sus acciones relativas a las elecciones generales que
tendrán lugar el próximo 15 de mayo del 2016.
Estamos a escasos nueve (9) meses de los próximos comicios generales en
República Dominicana. En dicho certamen serán escogidas todas las autoridades
dominicanas -un total de 4,106 candidaturas- a nivel presidencial, congresual y
municipal, que regirán los destinos de la nación hasta el 2020.
Dada la centralidad de los órganos electorales para la existencia de una
democracia próspera y vigorosa, los suscribientes consideran oportuna la
ocasión para hacer pública nuestra profunda preocupación -y a la vez sonar la
voz de alarma- por la inequidad actual del proceso electoral dominicano y por
la fundada desconfianza sobre la imparcialidad de los órganos electorales
llamados a supervisar dicho proceso o a dirimir los posibles conflictos que
surjan de éste.
Urgencia de leyes electoral y de partidos políticos
La necesidad de una nueva ley electoral, exigida por la
constitución de 2010, así como la de una ley de partidos políticos, han sido
por años temas centrales del debate político, sin que éstas hayan sido
aprobadas. El Partido de Liberación Dominicana (PLD), partido de gobierno
durante los últimos 11 años consecutivos, ha logrado controlar y acallar ese
debate, y no muestra interés alguno en la adopción de dichas normas, esenciales
para regular de manera equitativa, justa y transparente el proceso electoral de
mayo 2016.
Sin embargo, cuando recientemente el PLD quiso modificar la Constitución
de la República para permitir la repostulación del presidente Medina, logró
convocar la Asamblea Revisora en tiempo record e imponer la reforma
constitucional.
En cuanto al financiamiento público de los partidos políticos debemos
resaltar la inequidad que enfrenta la oposición, dada la arbitraria norma que
concentra la repartición del 80% de éste, en manos de tres partidos. En la
actualidad, en R.D. no existe un mecanismo de revisión que permita un ajuste
equitativo de la repartición de los fondos públicos, ante una situación de
obvia injusticia.
A esta situación, se le añade el escandaloso e incontrolable nivel de
gasto en promocionar el gobierno en la figura del Presidente, que en 3 años ha
derrochado RD$8 mil 322 millones de pesos, cuando el gasto público en salud en
nuestro país -en relación al PIB- es uno de los más bajos en Latinoamérica.
Esta política gubernamental, prohibida por la legislación de países con
normas equitativas, probablemente continuará indeteniblemente durante la
campaña electoral, de cara a las elecciones del próximo año 2016, así como el
festival de inauguraciones públicas con la presencia del Presidente de la
República, ya que no existe reglamentación alguna en cuanto a estos
temas.
Desconfianza pública en la JCE
El considerable nivel de desconfianza que gran parte de la población
guarda en relación a la imparcialidad de la Junta Central Electoral (JCE) y, en
particular, del Tribunal Superior Electoral (TSE) está basado en las
motivaciones políticas que guiaron la integración actual de ambos órganos, así
como en precedentes judiciales dictados en los que se ha vulnerado la
democracia interna de los partidos.
La situación electoral que enfrentamos los dominicanos y que se pretende
presentar como paradigmática, es la siguiente:
1. Desde hace 12 años se intenta aprobar sin
éxito una ley de partidos políticos que defina la democracia interna y el
financiamiento transparente de los partidos y agrupaciones políticas.
2. Hay una ley electoral obsoleta que desde
el 2010, que redujo las funciones de la Junta Central Electoral (J.C.E.) a las
puramente administrativas, dejando las contenciosas a cargo del TSE, en tanto
que establece que la nueva ley debía ser orgánica, es decir, debe aprobarse por
las dos terceras partes de cada cámara del Congreso Nacional.
3. El partido de gobierno y sus aliados
monopolizan los medios de comunicación gubernamentales. Para las elecciones del
año 2012 gastó ilegalmente más de US$50,000.000 que dejó como déficit en
las cuentas nacionales.
4. El Presidente y los funcionarios del
gobierno utilizan abiertamente los actos oficiales y los vehículos del gobierno
para hacer campaña electoral.
5. No se persigue a los que cometen delitos
electorales por falta de fiscales independientes.
Estamos todavía a tiempo, y por tanto reclamamos, la adopción de reglas
electorales especiales que asuma, para los comicios de 2016, aspectos
esenciales como son, entre otros: equidad en el manejo de los tiempos en el uso
de los medios de comunicación radial y televisivos; control equitativo de los
espacios públicos para todos los partidos; mayor transparencia del proceso
comicial frente a los electores y en particular sobre las fuentes de
financiamiento y su uso; participación equitativa en la supervisión del proceso
de procesamiento de resultados por parte de los partidos políticos; y, la más
amplia participación de observadores electorales nacionales e internacionales.
La democracia descansa en la transparencia de las acciones de quienes
manejan las instituciones del Estado y en el cumplimiento de los compromisos
que fundan el orden constitucional que asegura una competencia libre y
equitativa entre los actores políticos. Esto está hoy en cuestionamiento en
República Dominicana, lo que demanda capacidad de compromisos, sentido de
justicia y respeto al orden democrático por parte de todos. Es esencial
modificar el orden electoral inequitativo actual que beneficia primordialmente
a las autoridades y, en particular, al partido de gobierno, el PLD.
Los partidos y movimientos políticos suscribientes que luchan por los
valores, principios y mejores prácticas democráticas, cumplen con su deber
político y ciudadano de hacer pública su preocupación por el curso de los
acontecimientos electorales en nuestro país, ya que la legitimidad de las
autoridades que resulten de los próximos comicios está en la
balanza.
Llamamos la atención a la comunidad nacional e internacional ante la
amenaza al orden institucional y la paz social que significa el hegemonismo
continuista del Partido de la Liberación Dominicana, expresada claramente en
los manejos electorales, a fin de que contribuyan a evitar el derrumbe
institucional, político, económico y social del país.
Pero esta vez todo el pueblo sabrá luchar para que se respete su voluntad
política.
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