Convoca a marcha para el sábado
Santo Domingo,
R. D.- El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno, Luis
Abinader, convocó para este sábado a una gran marcha contra lo que llamó el
pacto de la impunidad, y calificó la modificación a la Constitución, para
aprobar la reelección, como una aventura, inspirada en una ambición muy
personal del presidente Danilo Medina.
“Este Pacto de
la Impunidad confirma que las pocas acciones legales contra funcionarios del
pasado gobierno respondían más al chantaje político que a una genuina lucha
contra la corrupción. La autoridad que sometió a la justicia al senador
peledeísta por San Juan de la Maguana, es la misma autoridad que hoy lo exonera
y le garantiza su re postulación”, señaló.
Dijo que imponer
una Reforma Constitucional y al mismo tiempo imponer mediante prácticas
indebidas a los senadores, alcaldes, diputados y demás autoridades
electivas, es un hecho que atenta contra la voluntad y
aspiraciones legítimas de la misma militancia peledeístas y contra
la voluntad democrática del pueblo dominicano.
“El partido
oficialista y sus dirigentes, no conformes con todo el perjuicio que han hecho
a la credibilidad y confianza de las instituciones políticas fundamentales de
la nación, ahora le están imponiendo al país una reforma innecesaria,
inoportuna, antidemocrática y violatoria de los procedimientos que la propia
constitución establece para ser reformada”.
“Por eso es que
afirmo, de manera responsable y decidida, que el pacto concertado entre las dos
facciones que se disputan la principalía en el PLD, es un acuerdo entre socios
por la reelección de la corrupción, la impunidad y el aniquilamiento de las
prácticas democráticas en el país”, señaló Abinader.
Dijo que, frente
a esa conducta, los dominicanos y las dominicanas tenemos motivos para
preocuparnos ante la evidencia de que estamos asistiendo a una nueva escalada
autoritaria, que pone en peligro nuestras limitadas conquistas democráticas.
“El desbordamiento de la prepotencia del oficialismo no sólo se expresa en la imposición de una reforma unilateral a la Carta Magna, sino que la altanería de sus funcionarios y dirigentes se sufre a todos los niveles de la sociedad, como es el irrespeto a simples leyes de tránsito y la agresión física a la autoridad públicas, como ocurrió recientemente en Santiago, por mencionar un caso reciente aunque muy lejos de ser el más grave”.
“El desbordamiento de la prepotencia del oficialismo no sólo se expresa en la imposición de una reforma unilateral a la Carta Magna, sino que la altanería de sus funcionarios y dirigentes se sufre a todos los niveles de la sociedad, como es el irrespeto a simples leyes de tránsito y la agresión física a la autoridad públicas, como ocurrió recientemente en Santiago, por mencionar un caso reciente aunque muy lejos de ser el más grave”.
“Hoy entendemos
la pasividad e indiferencia del Presidente Medina en impulsar la aprobación de
una ley de partidos y una ley electoral que exige la constitución del
2010 y que han sido reclamadas por todos los sectores de la sociedad”, expresó.
“Si se hubiese aprobado la ley de partidos, consensuada en el 2013, no sería posible la imposición de una repostulación antidemocrática, fruto de este Pacto de Impunidad.”
“Si se hubiese aprobado la ley de partidos, consensuada en el 2013, no sería posible la imposición de una repostulación antidemocrática, fruto de este Pacto de Impunidad.”
Dijo que,
consecuentemente, “debemos preguntarnos, ¿qué pasará con la transparencia y la
imparcialidad del próximo proceso electoral? Incurrirían, de nuevo, en otro
déficit de más de 200 mil millones de pesos para pretender imponer a Danilo
como en el 2012?”.
Cuestionó los
señalados como logros del actual gobierno y dijo que estos son producto de la
propaganda porque no existe un solo renglón vital para los ciudadanos que haya
sido mejorado por el gobierno de Medina.
Sobre el apoyo del PRD a la reforma constitucional, dijo que “es la negación total de los principios que siempre enarboló nuestro líder Jose Francisco Peña Gómez en cuya tesis de grado doctoral, del año 1970, calificó la reelección como “la causa jurídica más determinante en el fracaso de la democracia representativa”.
Sobre el apoyo del PRD a la reforma constitucional, dijo que “es la negación total de los principios que siempre enarboló nuestro líder Jose Francisco Peña Gómez en cuya tesis de grado doctoral, del año 1970, calificó la reelección como “la causa jurídica más determinante en el fracaso de la democracia representativa”.
Convocó a los
miembros del PRM, a los convergentes y a los ciudadanos en general a sumarse a
la marcha del sábado.
“Perremeistas,
convergentes, ciudadanos, la lucha es ahora! Invito a toda la oposición, y a
todas las fuerzas sanas del país, a que nos demos un gran abrazo, este sábado,
a partir de las dos de la tarde, desde la Duarte con Central, en el Ensanche
Luperón, en una gran marcha por la democracia y la alternabilidad, contra el
pacto de la impunidad, para probar que nada ni nadie podrá detener la llegada
del cambio.”
A continuación
el discurso íntegro de Luis Abinader:
Pueblo
dominicano:
Perremeistas,
convergentes, ciudadanos, la lucha es ahora! Invito a toda la oposición, y a
todas las fuerzas sanas del país, a que nos demos un gran abrazo, este sábado,
a partir de las dos de la tarde, desde la Duarte con Central, en el Ensanche
Luperón, en una gran marcha por la democracia y la alternabilidad, contra el
pacto de la impunidad, para probar que nada ni nadie podrá detener la llegada
del cambio.
Comparezco ante
el país para fijar nuestra posición y la de nuestro partido, sobre la decisión
del presidente Danilo Medina y de una facción de Comité Político del PLD, de
pasar por encima a principios democráticos y constitucionales esenciales, para
dar rienda suelta a sus ambiciones continuistas.
Comparezco ante
el país en nombre de la dignidad, de la democracia, de la alternabilidad y de
la ética política, para decir fuerte y claro a la militancia del Partido
Revolucionario Moderno, a las organizaciones de la Convergencia, a la oposición
política y al pueblo dominicano que ha llegado la hora de echarnos al hombro la
bandera tricolor e, inspirados en ella, garantizar la materialización del
cambio político que una alianza del mal procura detener.
La intención de
cambiar la carta fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, con el único
interés de imponer la reelección, es un desacierto que hace un daño enorme a la
credibilidad y confianza de nuestras instituciones.
Por más
justificaciones que expongan quienes promueven y los que se sumaron hoy al
apoyo de la reforma, lo cierto es que se trata de una aventura, inspirada en
una ambición muy personal del presidente Danilo Medina, quien en reiteradas
ocasiones declaró que sólo permanecería 4 años en el poder y ni un día más.
Queda claro que
una cosa es lo que el presidente promete y otra cosa es lo que el presidente
hace.
Contrario a lo
que predican los apologistas y socios del gobierno, los dominicanos y
dominicanas hemos visto, en los últimos meses, cómo se agravan los
problemas del país, mientras los dirigentes peledeístas conviertan el Estado,
en el centro de sus peleas por el poder.
Imponer una
Reforma Constitucional y al mismo tiempo imponer mediante prácticas
indebidas a los senadores, alcaldes, diputados y demás autoridades
electivas, es un hecho que atenta contra la voluntad y
aspiraciones legítimas de la misma militancia peledeístas y contra
la voluntad democrática del pueblo dominicano.
Cuanta
inmundicia se ha llevado al congreso con este proyecto de reforma!!!
La constitución
es la piedra angular y sagrada sobre la cual se levanta el armazón
institucional de la Nación.
Hoy día, tanto
los organismos internacionales, como los estudiosos del progreso de las
naciones, reconocen que la principal condición para impulsar el desarrollo, es
la existencia de instituciones estables, creíbles y competentes, capaces de
poner límites al abuso desde el poder y a las conductas desviadas de los
gobernantes.
En otras
palabras, señoras y señores, un país no puede cambiar las reglas de juego
contenidas en su ordenamiento jurídico, por la simple ambición continuista de
la facción dominante del partido de gobierno.
Como tampoco es
ético que el país cambie su constitución para que un pequeño grupo de
congresistas que se sabe repudiado por el sentimiento popular, pueda continuar
en sus puestos en contra de la voluntad de la mayoría.
Este Pacto de la
Impunidad confirma que las pocas acciones legales contra funcionarios del
pasado gobierno respondían más al chantaje político que a una genuina lucha
contra la corrupción. La autoridad que sometió a la justicia al senador
peledeísta por San Juan de la Maguana, es la misma autoridad que hoy lo exonera
y le garantiza su re postulación.
El partido
oficialista y sus dirigentes, no conformes con todo el perjuicio que han hecho
a la credibilidad y confianza de las instituciones políticas fundamentales de
la nación, ahora le están imponiendo al país una reforma innecesaria,
inoportuna, antidemocrática y violatoria de los procedimientos que la propia
constitución establece para ser reformada.
Por eso es que
afirmo, de manera responsable y decidida, que el pacto concertado entre las dos
facciones que se disputan la principalía en el PLD, es un acuerdo entre socios
por la reelección de la corrupción, la impunidad y el aniquilamiento de las
prácticas democráticas en el país.
Ellos se creen
los dueños de la República.
Al rey Luis XIV
de Francia le atribuyen decir, el 13 de abril del 1655, ante el parlamento de
Paris, la célebre frase “L Etat Cest Moi”, “El Estado soy yo”, casi cuatro
siglos después, el Comité Político del PLD, con esta reforma a la Constitución,
le dice al país: “El Estado Dominicano Somos Nosotros”.
Esta visión
absolutista y despótica es la que ha predominado en los gobiernos del PLD, para
configurar y poner al servicio del partido oficial y sus dirigentes, las
principales instituciones del país, como es el caso de la Suprema Corte de
Justicia, el Tribunal Superior Electoral, el Tribunal Constitucional y la
Cámara de Cuentas.
Frente a esa
conducta, los dominicanos y las dominicanas tenemos motivos para preocuparnos
ante la evidencia de que estamos asistiendo a una nueva escalada autoritaria,
que pone en peligro nuestras limitadas conquistas democráticas.
El
desbordamiento de la prepotencia del oficialismo no sólo se expresa en la
imposición de una reforma unilateral a la Carta Magna, sino que la altanería de
sus funcionarios y dirigentes se sufre a todos los niveles de la sociedad, como
es el irrespeto a simples leyes de tránsito y la agresión física a la autoridad
públicas, como ocurrió recientemente en Santiago, por mencionar un caso reciente
aunque muy lejos de ser el más grave.
Los hombres y
mujeres que luchamos por una sociedad institucionalizada, en donde todos los
ciudadanos, sin importar su condición política o social, tengan la oportunidad
de realizar sus aspiraciones, no vamos a permitir que el partido oficial siga
actuando como si la República fuera de su propiedad.
Estoy consciente
que el destino de la nación nos pertenece a todos. Es por eso que,
enfáticamente, expreso hoy mi firme oposición, que también es la firme
oposición del país, a que se quiera reformar la Constitución, de manera
unilateral y arbitraria, sólo para responder a las ambiciones y los intereses
particulares de una facción del partido gobernante.
Hoy entendemos
la pasividad e indiferencia del Presidente Medina en impulsar la aprobación de
una ley de partidos y una ley electoral que exige la constitución del
2010 y que han sido reclamadas por todos los sectores de la sociedad
Si se hubiese
aprobado la ley de partidos, consensuada en el 2013 no sería posible la imposición
de una repostulación antidemocrática, fruto de este Pacto de Impunidad.
Consecuentemente,
debemos preguntarnos, ¿qué pasará con la transparencia y la imparcialidad del
próximo proceso electoral? Incurrirían, de nuevo, en otro déficit de más de 200
mil millones de pesos para pretender imponer a Danilo como en el 2012?
Quiero decirlo
desde ahora, la transparencia del proceso electoral venidero es una cuestión
innegociable, ya que con la voluntad popular, expresada en las urnas, no se
puede jugar sin poner en peligro la paz pública.
La costosa
propaganda oficial quiere hacerle creer a la sociedad que los dominicanos y
dominicanas vivimos en el país de las maravillas.
Sin embargo, la
realidad es muy distinta a la presentada por ellos y a la forma en que viven
los funcionarios y congresistas que impulsan la reelección.
Pueblo
dominicano, ¿cuáles de los problemas fundamentales del país ha resuelto el
presidente Danilo Medina?
Los avances que
han logrado los países de la región, en sus condiciones de vida, en esta última
década, son muy superiores a los alcanzados en nuestro país durante los
gobiernos del PLD, como lo muestran todos los estudios de organismos
internacionales.
El pobre
desempeño del país en desarrollo humano, es el producto de 15 años de mala gestión
peledeísta. Gestión en la cual han participado cada uno de los miembros del
Comité Político del PLD, entre ellos, el presidente Danilo Medina, quien ha
sido uno de los artífices principales del fracasado modelo peledeísta.
El pasado marzo,
el representante en el país del Banco Mundial, McDonald Benjamín, reveló que,
desde el año 2012, se ha sumado un millón más de dominicanos a los ya altos
niveles de pobreza que supera casi a la mitad de la población, según sus
estadísticas.
Con Danilo
tenemos un millón de pobres más!!!!
Debemos estar
muy claros de que no es verdad que apoyando la reelección el país va a mejorar.
Todas las
encuestas señalan que más de la mitad de la población cree que el país va por
mal camino y el 86% cree que no hay ninguna posibilidad de salir de la pobreza.
No hay que
hacerse ilusiones, ha sido durante las administraciones del PLD, incluyendo
esta que encabeza el presidente Danilo Medina, cuando los indicadores
económicos y sociales, más han empeorado, veamos:
La credibilidad
y confianza de las instituciones fundamentales del país, como es la justicia,
está en su nivel más bajo, justamente por la falta de independencia e
imparcialidad que tiene el poder judicial, producto del control que ejerce el
PLD sobre este importante poder del Estado.
El índice de
competitividad y transparencia del país, se mantiene entre los peores del
mundo.
La inseguridad
ciudadana alcanza niveles alarmantes, lo que mantiene la zozobra y el miedo en
las calles del país.
Las muertes y
los atracos se multiplican cada día ante la indiferencia de un presidente en
completo silencio.
El sector
eléctrico sigue en penumbra, los apagones continúan castigando a la población,
mientras el subsidio continua aumentando, el cual ya alcanza los mil 500
millones de dólares anuales.
El salario y el
poder adquisitivo de los trabajadores se han deteriorado de manera
significativa y el desempleo de la población desmiente las cifras maquilladas
de los discursos presidenciales.
El endeudamiento
del país continúa a ritmo acelerado, comprometiendo cada vez más los fondos
públicos en el pago de deuda y menos en inversión social.
La agricultura
está en retroceso debido a la falta de apoyo técnico y logístico, a pesar de
que la propaganda oficial dice lo contrario.
Las exportaciones
no mineras han caído un 20%.
El sistema
público de salud muestra una dolorosa incapacidad para responder a las
necesidades médicas de la gran mayoría de la población, cuya única fuente de
atención son los servicios gubernamentales de salud.
Esta difícil
situación económica y social, por la que atraviesa el país en estos
momentos, no es para que los dirigentes del partido de gobierno
estén repartiéndose el Estado como si fuera una piñata.
Por todo lo que
he explicado, queda claro que, contrario a lo que piensa el presidente y el
pequeño grupo de dirigentes del Comité Político de PLD que le acompañan, el
país no necesita la reelección.
Lo que si
necesita el país es echar del poder a quienes lo han envilecido y sumido en la
pobreza.
Señoras y
señores, conciudadanos, lo que necesita el país es un cambio. Un cambio para
derrotar a quienes nos estruja en la cara sus riquezas mal habidas, su
arrogancia y su capacidad de mentir y engañar al pueblo.
El apoyo esta
mañana de los diputados del PRD a la reforma constitucional, para abrir camino
a la reelección del presidente Danilo Medina, es la negación total de los
principios que siempre enarboló nuestro líder José Francisco Peña Gómez en cuya
tesis de grado doctoral, del año 1970, calificó la reelección como “la causa
jurídica más determinante en el fracaso de la democracia representativa”.
Hoy me siento
orgulloso del Partido Revolucionario Moderno, de sus dirigentes y diputados que
dieron una extraordinaria demostración de coherencia y apego institucional.
Dominicanos y
dominicanas, este es un momento decisivo en que no hay lugar para la
indiferencia ni la flojera.
Es hora de
levantarnos y salir a reclamar nuestros derechos ciudadanos. Nuestro derecho a
vivir en una sociedad democrática, institucionalizada, transparente, segura, en
donde la ley sea igual para todos y en donde cada ciudadano y ciudadana tenga
la oportunidad de realizar sus aspiraciones.
Ese derecho es
el que está en juego, si el país continúa dirigido por Danilo Medina y el
reducido grupo de dirigentes que integra el Comité Político del PLD.
Es tiempo de
unirnos y empoderarnos como nación.
Por ello, hago
un llamado a la Convergencia por un mejor país, a los partidos políticos de
oposición, a las organizaciones sociales y a los ciudadanos independientes,
comprometidos con darle un rumbo distinto al país, a que trabajemos juntos,
para derrotar la frustración y la desesperanza, que significa la permanencia
del PLD al frente de la nación.
Perremeistas,
convergentes, ciudadanos, la lucha es ahora! Invito a toda la oposición, y a
todas las fuerzas sanas del país, a que nos demos un gran abrazo, este sábado,
a partir de las dos de la tarde, desde la Duarte con Central, en el Ensanche
Luperón, en una gran marcha por la democracia y la alternabilidad, contra el
pacto de la impunidad, para probar que nada ni nadie podrá detener la llegada
del cambio.
Óiganlo bien,
quiero decir esto con toda claridad:
Estoy convencido
y seguro de que vamos a derrotar a los integrantes del vergonzoso pacto
de la impunidad, no importa quiénes sean, ni cuántos sean, porque contamos con
la determinación y la voluntad de cambio del pueblo.
Por mis
convicciones democráticas y por el material con que estamos hechos, a nosotros
ni nos asustan, ni nos compran, ni nos vence el Estado.
Pelearemos y
venceremos
Que Dios nos
bendiga a todas y todos
Muchas gracias!!!
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