Por Sergio Taveras
Como poder decir estas palabras que me desgarran el alma sin
que broten mis lágrimas, El Toro Báez, luchador incansable de los que nada
tienen solo sus fortalezas para crear su historia y
su nombre. Hato Mayor del Rey, perdiste tu Rey, valor inagotable de fuerzas,
enterezas, pobreza y lealtad a tus campos y agrestes cordilleras de cañas y
sembradíos que hoy ven partir su Toro, ese que aró los surcos de tus cosechas
en las más grandes competencias en canchas extranjeras.
Hoy me entero que te acabas de marchar al lugar de los
Inmortales de Dios, has sido con tu partida, reconocido Inmortal del Deporte
por el más Grande e Omnipotente Padre que te llama a su lado, cosa que no
hicieron los que tenían que reconocerte en vida. Nos desgarra el alma tu
partida, aunque sabemos que Dios te utilizo de ejemplo para que otros, nunca se
dobleguen, ni se arrodillen a pedir limosnas porque El te utilizo como ejemplo
de fortaleza y vida, no quiero imaginarme jamás que te has ido, no tengo las
fortalezas de controlar mis lagrimas y mis angustias, juré mil veces que eras
El Invencible porque en esta etapa de tu vida demostraste valor, enterezas
fortalezas que son más grandes que todas con las que te enfrente en la cancha,
yo jugando del Naco y tu jugando de San Lázaro, siendo como lo soy lazareño de
pura cepa nos enfrentamos como Gladiadores, aunque al final de los partidos
éramos hermanos de sudor y luchas.
Hoy te marchas a
donde no puedo despedirte ni abrazarte, con la esperanza de encontrarnos un día
en el lugar en que hoy descansa por siempre y decirte que eres nuestra honra
porque nos enseñaste con tu ejemplo de vida y de lucha por vivir, que solo Dios
pudo llamarte a su lado donde un día seremos llamados y tú serás nuestro Edecán
para presentarnos ante el Padre, ahí comprenderemos que somos Inmortales,
aunque hoy mis lagrimas surquen mis mejillas y caigan al suelo donde no
alimente los cañaverales que te vieron crecer, en Paz Descanses hermano, y que
seas recibido por el Padre que todo lo sabe.....me duele perderte
La muerte no nos roba nuestros seres keridos, sino todo lo contrario, la muerte los convierte en leyenda y el tiempo los. transforma en mito. Mision cumplida. 'Toro'
ResponderEliminarDisculpeme pero el toro baez nació en la Romana tremendo jugador Dios lo tenga en su gloria
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