RENACER CONTIGO

sábado, 25 de enero de 2014

¿El PRD vence al PLD con con Hatuey?

¿El PRD vence al PLD con con Hatuey?

Por Rafael Gamundi Cordero 

El deterioro del PRD a partir del fracasado intento reeleccionista de Hipólito Mejía en el 2004, arrastrando al partido en esa aventura, no puede ser visto de manera simplista si se quieren extraer desde el triste acontecimiento, experiencias positivas y, mediante un gran Frente Electoral, volver al poder en el 2016, haciendo que el país  encuentre el camino de su desarrollo socialista por vías participativas, pacíficas y modernas.

Ese deterioro, es un elemento complejo, sin cuya corrección se mantendrá afectada la partidocracia política dominicana, colocando al borde del descrédito total y la descomposición absoluta su sistema partidario, favoreciendo la creación de un régimen autoritario. En consecuencia, el PRD está moralmente obligado,  si  quiere salvarse y rescatar la credibilidad del sistema, a reconsiderar su violación a los principios y  dando un correcto paso adelante colocar en el timón de mando de la nave a quien la supo llevar a puerto seguro cuando zozobraba en el 2000: Hatuey De Camps Jiménez.

Las masas perredeistas que acompañaron a Hipólito en su acción equivocada,  se han dado cuenta de su  falta y reclaman la presencia de su antiguo presidente –que dicho sea de paso no guarda ningún rencor por el artero golpe de que fue víctima- para ocupar nueva vez el cargo que con tanta dignidad y eficiencia desempeñó y tras unificar al Partido lo conduzca en la contienda  electoral  del 2016, sin importar quien sea su candidato presidencial.

Solo algunos altos dirigentes de la organización política, tal vez sin darse cuenta que le están haciendo el juego al gobierno y al PLD, se oponen a esa imperiosa necesidad. También hay quienes afirman que esa conducta obedece a cierta arterioesclerosis ideológica en jóvenes y envejecientes que  les impide ajustarse a los nuevos tiempos, donde el diálogo y la tecnología de la comunicación son el instrumento fundamental para las partes en contradicción entenderse  y avanzar juntos en lucha por un objetivo común.

Ellos y todos debemos comprender que, ni Miguel Vargas, ni Hipólito Mejía, ni Luis Abinader por sí solos –sin descartar sus méritos- están en condiciones,  aún unificados, de conducir victoriosamente al PRD en un combate electoral, contra un Partido de las características del PLD, apoyado en el Estado y comandado por Leonel y Danilo, lo que de ninguna manera se lograría con un partido dividido.

Únicamente Hatuey, el que junto al  doctor Peña Gómez llevó al poder a Salvador Jorge Blanco en el 1982 y después a Hipólito en el 2000, en condiciones altamente difíciles, reúne actualmente las cualidades para unificar el partido y ponerlo en condiciones de competir contra sus poderosos rivales. Cualquier otra cosa sería continuar cometiendo errores. Un salto al vacío. Una nueva derrota. Así piensan las bases del Partido. Si no lo creen, consúltenla, como lo hemos hecho nosotros.


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