Un alto en el
camino
Dr. Jaime
Antonio Marizán Santana
Por lo regular siempre estamos
buscando la manera de estar acompañados para no sentirnos aburridos. Unos buscamos
compañía humana y otros tecnológica, como la televisión, el computador, el
celular, la radio o algún juego entretenido, en fin, algo para ocupar la mente
y el tiempo.
Ciertamente a nadie le gusta
estar solo, todos buscamos compartir con otros el tiempo y entablar
conversaciones sobre los más diferentes tópicos, importantes los unos, baladíes
los otros.
Sin embargo, lo que muy pocas
personas hacen es buscar un momento para estar solos completamente, incluso de
sus preocupaciones y afanes, podría ser en su habitación o en un lugar
solitario, y allí comenzar a reflexionar sobre el rumbo que lleva su existencia,
y preguntarse si se está conforme con las acciones pasadas, con el presente y
con el futuro planificado.
Dirigir la atención hacia uno
mismo e iniciar la tarea de revisar nuestra existencia, se llama Introspección.
Consiste en un instante de meditación en el que se olvida la urgencia del día a
día, los afanes de la vida diaria, para pasar revista a lo que somos
actualmente, a nuestros frutos en la vida y a los proyectos futuros.
Por lo general se toma semana
santa para viajar, ir al bullicio en las playas o realizar alguna actividad en
lugares aglomerados de personas, en donde la reflexión y la introspección, es
imposible.
Lamentablemente no todos aman
la reflexión y así corren por la existencia como un triste barco sin
timón, presa de las turbulentas olas del
mar de la vida, las cuales les llevan de un lado a otro antojadizamente.
Sin embargo, cuán diferente es
la situación cuando se coloca al frente del barco el timón de la introspección.
Seguramente lo dirigirá hacia objetivos logrables
y precisos, entonces podremos enmendar errores, prever el futuro y estaremos en
mejor capacidad de rediseñar algunos eventos y actitudes personales.
El mismo evento que se
conmemora en Semana Santa debería movernos a la reflexión. El Señor Jesús entregó
su vida por la humanidad, aunque más que eso, ofreció enseñanzas con las cuales
es posible convivir en paz en este mundo. Esta semana santa también es una
invitación a reflexionar en la sabiduría del Hijo de Dios.
Cuando se aprende el arte de
la reflexión, se puede pintar la vida con los mágicos colores del éxito y la
felicidad, produciendo la obra de arte de la Realización Personal. Tomar la reflexión como un hábito es pasar
revista a la vida, enderezar sendas, corregir errores y encaminarse hacia nuevos
horizontes de esperanza para alcanzar los más caros sueños.
Si has pasado mucho tiempo sin
reflexionar, ¡qué esperas!, aléjate de cualquier compañía, sea humana o
tecnológica, relájate y analiza cada aspecto importante de tu existencia, así
estarás trillando el camino de la conducta inteligente y del triunfo.
Ojalá hagas un alto en esta
semana santa y dediques algunos minutos a una persona muy importante: tu.
Jaime Antonio Marizán Santana,
Director Ejecutivo Consejo Regional de Desarrollo (CRD), Abogado,
Economista y Experto en Planificación y Desarrollo. Tel. 809-244-5496.
Email: crdnordeste@yahoo.es

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .