Carta a Juan Pablo Duarte en el bicentenario de su nacimiento
En el bicentenario del natalicio
del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, Domingo Matías, sociólogo y
municipalista le escribió al Patricio la realidad política-social de la
República Dominicana y consideramos el contenido como “una joya”.
Estimado Juan Pablo Duarte:
Hoy 26 de enero 2013 hay muchos
actos en tu honor. La sociedad dominicana celebra 200 años de tu nacimiento. El
año enterito fue declarado como Año del Bicentenario de Duarte. Los periódicos
están llenos de tu figura. En la actualidad existen unos inventos para
uno comunicarse de manera más rápida y que no existían cuando tu moraba en esta
tierra, les llaman Internet y televisión. Estos últimos medios de
comunicación están repletos de informaciones alegóricas a tu historia. Todos
hablan bien de ti. Hay muchas fiestas, desfiles, concentraciones, debates y
reflexiones sobre tu figura. También hay borracheras de los que celebran y no
saben porque lo hacen. Te alaban los honestos y los deshonestos, los
impunes-corruptos y los serios, los que han robado muchos fondos públicos y los
que se han sacrificados por el país, los que han vendidos las riquezas
naturales a las mineras y las multinacionales y los que luchan por su
recuperación; en los templos coloniales las sotanas endiabladas y las sotanas
cristianas celebran rituales religiosos; derechistas e izquierdistas, ateos y
creyentes; todos te alaban.
Mi admirado Duarte por acá se
recuerda que tú quedaste en las ruinas para financiar la causa por la
Independencia Nacional. Aportaste los medios materiales y personales por la
causa nacional. Se escuchan los discursos señalándote como un hombre
desprendido. Ya por acá no se ven esos sacrificios. Por aquí lo que se ve
es que el sacrificado es el pueblo a costa del beneficio personal de unos pocos.
Las ventajas personales y el aprovechamiento individual o corporativo es el
objetivo del quehacer político. Tengo que decírtelo, pero ahora es al revés en
cuanto a la forma como Los Trinitarios trabajaron voluntariamente para
construir un Estado libre y soberano. La política ahora se hace con mucho
dinero. El que tiene más dinero es que tiene más poder y el que tiene más poder
es porque dispone de mucho dinero. La soberanía popular ha sido enterrada.
Los historiadores, politólogos,
sociólogos, antropólogos y académicos de diferentes ramas del saber dicen que
tu ubicación social corresponde a la clase media. Es decir que vivía con
comodidades y con pocas limitaciones materiales. Pues te informo que la clase
media recibe mucho golpe. Y los políticos que fueron de clase media pasaron a
clase rica. El caso tuyo, según dicen los opinantes, es que pasaste a la clase
pobre durante el tiempo que residiste en Venezuela. En la República
Dominicana que ustedes forjaron a partir del 27 de febrero del 1844, en la actualidad,
los pobres siempre se quedan pobres. Y si tu mira para acá abajo te darás
cuenta que la clase media se vuelve pobre. El país está estancado, aunque
hay un político muy hábil, que le llaman “el león”, que dice que es “pa,lante
que vamos” .
Mi estimado Duarte, por aquí te
recordamos como aquel joven que a los 25 años organizó la sociedad secreta “La
Trinitaria”. Ustedes los jóvenes que en el 1838 decidieron que la parte Este de
la Isla de Quisqueya fuera independiente. Mi respetado Duarte tu sabes como le
llaman a los jóvenes que protestan y demandan derechos sociales, económicos y
políticos? Le dicen delincuentes, antisociales, desadaptados, confundidos y que
no saben lo que quieren. Sí, mi respetado Duarte, a esos jóvenes que fueron al
Parque Independencia; ahí cerquitita donde tú estás enterrado, a reclamar que
un déficit fiscal de 187 mil millones de pesos, no debían pagarlo los
ciudadanos. Esos jóvenes protestaban y reclamaban que quien tenía que pagar ese
déficit eran quienes se lo habían “ñampeado”.
Mi querido Duarte te sugiero que
por si acaso te topa con Balaguer o alguien que esté en el purgatorio,
próximo al infierno, le mande a decir que el está muy bien representado aquí en
República Dominicana. Que le digan a Joaquín Balaguer que la mayoría de los
líderes nacionales se confiesan y autodenominan balagueristas. Y dile o mándale
a decir, por si acaso otros que se hayan ido al infierno no se lo han dicho,
que él fue declarado “Padre de la Democracia” y que hay una estación del Metro
de Santo Domingo que la bautizaron con su nombre y en honor a los grandes
aportes que él hizo a la democracia, la transparencia, el respeto a las
libertades públicas y la igualdad. Si Balaguer no está cerca de ti, porque se
portó mal durante sus 12 años y después durante 10 años más, dile que puede
estar tranquilo porque desde aquí se está rezando para que el pase a ocupar una
posición en el Panteón Nacional. Te repito mi admirado Duarte, y sin gana de
joder, que le diga a “ELITO” que él está bien representado. Dile también que el
Partido Reformista Social Cristiano no es el mismo porque cuando el partió
desde este mundo hubo un político que le dicen “el león” que se tragó para sí
todos sus seguidores. Y mándale a decir a “ELITO” que no se atormente porque
sus seguidores son expertos en una disciplina que la llaman “sigo subío en el
palo”.
Los dominicanos y dominicanas
recuerdan que tú forjaste en secreto el movimiento de La Trinitaria. Los
secretos de ahora son otros. Los tiempos han cambiando mucho. Los
secretos que forjan los herederos de Santana son aquellas con los cuales se
esconden las informaciones públicas. Un grupo importante de políticos tienen en
secreto fortuna que no declaran cuando asumen cargo público. Y te informo
Duarte que cuando hacen declaraciones juradas de bienes lo que escriben bajo
“juramento” son muchas mentiritas. Los secretos de los herederos de Santana
nadie lo sabe. Ni el DNI, ni los jueces ni fiscales; porque estos también
protegen esos secretos y sus jefes tampoco declaran públicamente lo que tienen.
Pero la gente no es tonta y observa que muchos tienen casas campestres,
inversiones inmobiliarias, empresas con testaferros, jeepetas de lujos,
relojes de marcas raras y bonitos, helicópteros y avionetas. Algunos te dirán
que no son todos así. Y es verdad Duarte. Lo que sucede es que son tan poquito
los políticos honestos que pasan por desapercibidos. Este puñado de gente
honesta es como se dice: “una aguja en un pajar”.
Estimado Duarte, hoy 26 de enero
2013, todos los hombres y mujeres dominicanos te recordamos. La diferencia está
en que aquellos que son elegidos para representarnos y para predicar con tu
ejemplo están en otra onda. El legado que dejaste en cuando a actuar con los
principios de honestidad, ética, civismo, lealtad, amor a la patria; y la
visión progresista, anticolonial y liberal que pusiste en marcha se llevan en
botones encima de los sacos, corbatas y sombreros comprados con fondos
públicos. Ese legado se lleva encima de la ropa. Sin embargo en el corazón y la
mente se lleva el legado santanista. La herencia santanista del
conservadurismo, el autoritarismo, el patrimonialismo y el caudillismo.
Remontan día a día el legado del traidor a la patria que provocó tu destierro.
Perdóname Duarte, porque quizás
tú estás muy tranquilo y con esta carta te estoy atribulando, preocupando y
quizás quiera venir a poner orden en la casa. Pero lo mejor que puede hacer es
quedarte, por ahora, donde estás. Si haz de venir que sea en una fase
posterior. Las cosas por acá están supercomplicada. Si te aparece por acá y te
pone a formar movimientos filantrópicos lo más que pueden decirte es que eres
un pendejo que después que luchaste tanto no “aprovechaste el poder para coger
lo tuyo”.
Dar mis saludos a Juan Bosch y
Peña Gómez. Y de paso dile que por aquí no hay liberación nacional ni
socialdemocracia. Que la ética y la moral, transitoriamente, pasaron de moda.
Decidle que de ellos quedan muy pocos discípulos. Que sus nombres son tomados
constantemente en vano. Que cuando sus huesos se mueven es porque en República
Dominicana, sus discípulos, lo mencionan en discurso vacío y lleno de
hipocresía.
Atentamente,
Domingo Matías
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