Las protestas
Por JUAN T H
Estoy de acuerdo
con las protestas en contra de la reforma fiscal y el borrón y cuenta nueva que
el gobierno de Danilo Medina y el PLD le están imponiendo al país, casi a la
fuerza.
No es justo que
el pueblo pague las inconsecuencias de quienes provocaron el déficit de más de
200 mil millones de pesos. ¡No es justo! ¡Qué paguen los responsables! ¡No a la
reforma fiscal! ¡No a la impunidad que protege a los depredadores del dinero
del pueblo! ¡No!
Las protestas
tienen que salir del ámbito carnavalesco y festivo, expandirse hasta los
sectores populares de los barrios y campos de todas las ciudades. El rechazo a
las medidas gubernamentales no puede ser espontáneo. Hay que darle una
orientación política para que no se desgasten y pierdan su fuerza.
El impacto de
las medidas económicas comenzará a sentirse en la población en dos meses,
aproximadamente, cuando todos los productos de la canasta familiar aumenten sus
precios, se incremente el desempleo, la violencia, el crimen y el narcotráfico.
La reforma
fiscal traerá un desequilibrio económico y social que pondrá en riesgo la
relativa paz social que vive el país. La gobernabilidad estará en riesgo a
menos que se tomen medidas compensatorias que no sean reprimir la población.
Lo que viene no
podrá ser enfrentado por muchachos y muchachas de clase media sin vinculación
política ni partidaria. Las protestas parecen una moda, más que una toma de
conciencia política. Y eso sí que resulta preocupante.
Las acciones en
contra de la reforma fiscal son muy suaves (“light”). No son un peligro. No
ofenden a nadie, no atentan contra el poder, más bien lo fortalecen por la
apariencia plural y democrático de las autoridades, cuando la verdad es
totalmente distinta. Solo hay que ver los insultos y diatribas en contra de
quienes salen a las calles a pedir que se castigue a los culpables del hoyo
fiscal.
(El Imperio
Romano combatió y persiguió a los cristianismos hasta que se dio cuenta que
podría servirle a sus intereses. Fue entonces que a sangre y fuego lo impuso
como religión en todos los territorios que conquistaba)
El joven
estudiante de medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo asesinado
por la Policía, no fue casual. Se trató de una advertencia. Ahora agentes del
gobierno visitan a los padres de los jóvenes que organizan o participan en las
jornadas de lucha en contra de más impuestos y más impunidad, con el propósito
de amenazar y amedrentar.
Debe ser motivo
de preocupación, insisto, la espontaneidad del movimiento, la falta de
experiencia y de organización política de una buena parte de los participantes,
salvo excepciones muy puntuales como el de “Alianza País” que dirige Guillermo
Moreno.
Lo que viene a
partir del año entrante no será juego de niños, ni de muñecas. Todo subirá de
precio. La comida, los servicios públicos, transporte, agua potable, recogida
de basura, tele cable, teléfono, electricidad, vivienda, etc. Todo ello
acompañado de salarios deprimidos, más violencia y delincuencia.
Danilo está
imposibilitado de hacer justicia por su complicidad con la gente del “maletín
con facturas por pagar”. Los corruptos no irán a los tribunales y si van, será
de paseo para hacer un poco de circo, lo cual irritará más a la población. (Amable
Aristy Castro, chivito jarto de jobo debe ir a la cárcel, según el Procurador
General de la República, pero Leonel
Fernández que creó el hoyo, que hizo los gobiernos más corruptos en la historia
del país, no).
Protestar por
protestar no conduce a ningún lado si no están articuladas, si no responden a
un plan, si no son resultado de la orientación y organización política. Los
marxistas saben que la política debe estar al mando de todas las acciones, de
lo contrario están condenadas al fracaso.
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