domingo, 28 de octubre de 2012

El jardín de la escuela como método de enseñanza


Enseñar para aprender

Por Ing. Odonel Gómez Rojas

Me inicie como profesor simultáneamente en la UASD y en INTEC,  a la edad de 24 años, pero mi gran alegría y entusiasmo por la docencia, pronto se vio mermada, pues   la mayoría reprobaban, hasta que un amigo me explicó que yo enseñaba pero los estudiantes no aprendían. Así que cambié rápidamente y supedite la enseñanza al aprendizaje.  

El domingo pasado unos familiares me invitaron a participar en una misa y un almuerzo en Conuco, Salcedo y me alegre mucho, pues era una nueva oportunidad para poder apreciar y disfrutar de los hermosos jardines que adornan  y  embellecen sus casas. Parecen tarjetas de  invitación.

Cuando llegue a Conuco, extasiado ante tanta belleza natural, miré hacia la escuela y entonces sentí una gran tristeza del alma al recordar mi condición de maestro y de las muchas veces que enseñamos pero no alcanzamos  el aprendizaje, y mi visión tenía una gran paradoja: la escuela Mélida Delgado viuda Pantaleón no tiene jardín.

La ciencia, la tecnología y el arte necesitan de un laboratorio o de un taller para alcanzar  el aprendizaje. Se pueden enseñar sin este, pero el aprendizaje no se materializa.

Es fácil imaginar los millones de dólares que gasta el Ministerio de Educación en laboratorios de ciencias, en equipos ensamblados en el extranjero para luego ver como se oxidan y llenan de polvo en escuelas y liceos.- Mientras es indiferente a lo que podrían ser los hermosos  jardines escolares y su uso como laboratorio de ciencias.

Muchas escuelas y liceos dominicanos no tienen jardines, en su lugar tienen una costosa  pared que los divide de su comunidad. Pienso que el jardín de la escuela, debería ser su mejor laboratorio de ciencias y arte, donde los niños y jóvenes aprenderían trabajando y darían un ejemplo visible a su comunidad.

Los  que nacimos  y crecimos viendo nuestra madre cuidando diariamente su jardín,  sabemos que no hay mejor educación que la que se puede lograr cuidando y amando la naturaleza.

Cultivando una flor, sembrando y protegiendo un árbol.  Todo esto unido a la ciencia, tecnología, y arte  se transforma en amor.

Los grandes maestros de la humanidad nos han legado su ejemplo, han desarrollado sus mejores diálogos, sus mejores ideas, en grandes y hermosos jardines.
Como decía Confucio, yo vi y olvide, escuche y recordé, hice y aprendí.

Espero que los niños, la juventud y las asociaciones de padres,  eduquen a los profesores y a las autoridades, reclamándole la creación de jardines en las escuelas, como el laboratorio principal y el centro de su propia  educación y aprendizaje.


Odonel Gómez Rojas es director de la Comisión de Ciencia y Tecnología  del Consejo Regional de Desarrollo (CRD), Ing. Físico, Geofísico, Sismólogo e Industrial, Catedrático Universitario y Empresario.  Tel. 809-244-5496. Email:crdnordeste@yahoo.es

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