Financiación local y alianzas territoriales
El VI Diálogo Regional
del Programa URB-AL III concluyó en Viña del Mar con un consenso respecto a la
necesidad de que los gobiernos locales de América Latina encuentren fórmulas de
financiación e índices de descentralización que les permitan impulsar políticas
públicas locales que contribuyan a la cohesión social. Para ello, los gobiernos
locales deben establecer pactos con los estados y generar alianzas sociales de
base territorial.
"No es posible la
cohesión social sin una financiación adecuada de las políticas públicas que la
impulsan, sin embargo una adecuada financiación tampoco conlleva una cohesión
social necesariamente, se trata de mejorar la gobernabilidad y de planificar
estratégicamente en un contexto de gobernanza" resumió en el balance final
Antoni Montseny, representante de la Dirección de Relaciones Internacionales de
la Diputación de Barcelona y de la Dirección Ejecutiva de la Oficina de
Coordinación y Orientación (OCO) del Programa URB-AL III.
Un centenar de
personalidades de 15 países de América Latina y Europa - entre ellos
autoridades de distintos niveles de gobierno, expertos, miembros de la sociedad
civil y representantes de organismos internacionales - participaron durante dos
días en el VI Diálogo Regional sobre "La financiación de las políticas
públicas locales en pro de la cohesión social: retos y estrategias".
Durante el encuentro se
analizaron los obstáculos para la construcción de territorios cohesionados
desde las políticas públicas locales, destacando las limitaciones financieras
pero también haciendo hincapié en las insuficiencias técnicas y políticas, por
lo que se alentó la necesidad de repensar la gobernabilidad y las alianzas
necesarias. Al respecto, Fabián Palo Oliver, intendente de Santo Tomé
(Argentina), apuntó que "es necesario pensar en nuevas formas de gobernar,
más próximas al ciudadano, instancias de democracia directa". "El
reto local -agregó- es lograr herramientas para el financiamiento pero también
dotarse de recursos humanos capacitados".
Otra de las conclusiones
fue el vínculo existente entre la descentralización y la cohesión local. Hubo
coincidencia en que si bien hay una correlación positiva, donde la
descentralización es una condición necesaria para avanzar hacia la cohesión
social, ésta no es suficiente para alcanzarla. En este sentido, Claudia
Serrano, directora de RIMISP y ex ministra de Trabajo y Previsión Social de
Chile), dijo que "las desigualdades no solamente son de ingresos, también
son territoriales. Es imperativo incorporar la dimensión de política
territorial para que la política nacional evite la condición de ceguera en la
que a menudo opera".
Durante los debates se
insistió en la necesidad de gobernar localmente desde una perspectiva
estratégica, donde la planificación territorial se imponga. Desde esta
perspectiva, Juan Carlos Hernández Correa, de la Asociación Chilena de
Municipalidades, apuntó que"la importancia de la planificación es vital
para el territorio, el ordenamiento territorial para la recaudación, la
transparencia, visualizar las cuentas públicas, la gestión de ingresos propios:
a través de la actividad turística, cultural y deportiva".
Durante la última mesa de
debate se compartieron experiencias para superar los retos planteados y avanzar
hacia un mayor empoderamiento fiscal. En este sentido se expusieron
experiencias innovadoras entre las que destacaron las alianzas con el sector
privado, el aprovechamiento de fuentes endógenas, fórmulas para incrementar
el pago de impuestos por parte de la ciudadanía y algunos avances legales
para una mayor recaudación local.
El VI Diálogo Regional
fue clausurado por Susana Agüero, representante de la Delegación Europea en
Chile y por Marcelo Romeu, secretario de Relaciones Internacionales e
Integración de la Provincia de Santa Fe (Argentina) y represente del consorcio
OCO.
Agüero destacó la
importancia de seguir apoyando espacios de diálogo desde la cooperación europea
y en este sentido confirmó la voluntad de continuidad de los programas
regionales por parte de la Comisión Europea para el próximo periodo 2014-2020.
URB-AL III, con un presupuesto de 64,4 millones de euros, es un programa de cooperación descentralizada de la CE integrado por 20 proyectos con impacto directo en 75 territorios latinoamericanos (más de 500 municipios). En Chile el programa tiene presencia en tres territorios, lo que supone un presupuesto aproximado de 1 millones de euros.
URB-AL III, con un presupuesto de 64,4 millones de euros, es un programa de cooperación descentralizada de la CE integrado por 20 proyectos con impacto directo en 75 territorios latinoamericanos (más de 500 municipios). En Chile el programa tiene presencia en tres territorios, lo que supone un presupuesto aproximado de 1 millones de euros.
El VI Diálogo Regional
está impulsado por la Oficina de Coordinación y Orientación (OCO) del Programa
URB-AL III, liderada por la Diputación de Barcelona, y cuenta con la
colaboración de la Municipalidad de Viña del Mar y la Universidad Andrés Bello.
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